Una playa para toda la familia, pero no masificada. Con aguas cristalinas y arena fina blanca. Una orilla que combina zona urbana y un área natural protegida de 200 hectáreas. Accesible, con actividades deportivas y, lo más importante, limpia de contaminación provocada por la mano del hombre. La playa Cala Millor, situada en los municipios de Son Servera y Sant Llorenç des Cardassar (Mallorca), se alza con el Santo Grial del veraneo como Mejor Playa de España en 2019, según la lista que elabora anualmente EL ESPAÑOL.
Se trata de una pugna disputada, porque la calidad de las áreas de baño de nuestro país es excepcional. Así lo reconoce el informe anual que recopila la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA). De las 1.965 playas marítimas censadas en España, el 87% obtiene la máxima calificación: Excelente.
La salubridad de las aguas en la Unión Europea lleva controlándose regularmente desde la entrada en vigor de la Directiva 2006/7/CE. Para España, esto implica la realización de un informe anual de Calidad de las Aguas de Baño a cargo del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, y del Instituto Nacional de Estadística (INE). Consiste en realizar un mínimo de ocho tomas por temporada de baño buscando las concentraciones de los dos principales contaminantes microbiológicos: Enterococo intestinal y Escherichia coli, la temida bacteria E. coli.
El motivo por el que estos patógenos llegan al agua de baño es el más desagradable para la imaginación: por la filtración o vertido de tipo fecal, ya sea de origen humano por los desagües del alcantarillado o agrícola, por los excrementos de la ganadería. Las infecciones en la piel, los problemas intestinales y las dolencias respiratorias son algunos de los riesgos para la salud que presentan las aguas insalubres. Para ser considerada de calidad "suficiente" para el baño, los niveles de E. coli deben ser inferiores a 500 UFC por 100 ml y los de Enterococo, menos de 200. Para ser "excelente", no deben superar los 250 y los 100 respectivamente.
Agua impoluta
Además de la subjetividad de la belleza de sus aguas color turquesa, los resultados de los muestreos realizados en el mar que baña Cala Millor llevan siendo "0" (en cuanto a las citadas bacterias) desde el 2016 hasta los últimos registros (salvo momentos puntuales), según el Sistema de Información Nacional de Aguas, Náyade. En todo momento las aguas han sido aptas para el baño, también en el último análisis realizado el día 10 de este mes, que mostraba la inexistencia del Enterococo, según datos de la Conselleria de Salut de las Islas Baleares a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
Pero la calidad del agua no determina por sí sola qué playa es la mejor. Es indispensable que Cala Millor haya recibido el distintivo Bandera Azul, una clasificación internacional coordinada en España por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac). La distinción certifica que el área de baño cuenta con la infraestructura adecuada en materia de seguridad, sanidad, servicios y accesibilidad de modo que se pueda disfrutar con garantías.
Y es que esta playa es completamente accesible para personas con discapacidad, tiene zonas de hamacas, sombrillas, baños y varias actividades deportivas como vela, windsurf, padelsurf y buceo.
Además, el arenal cuenta con un punto de salud denominado Hi-Point, un lugar para promover la prevención solar y cardiovascular. En esta caseta, además de dar información preventiva, hay un Desfibrilador Operacional Conectado (DOC) y un botón de asistencia directa con el 112 para otro tipo de emergencias.
El entorno
El arenal mide 1.750 metros metros de longitud y unos 35 metros de anchura. Por lo que, a pesar de ser frecuentado por turistas y vecinos, no está masificada y "no es la típica playa llena de chavalotes como otras de la isla", explican desde el Consistorio de Son Servera.
A muchos le llamará la atención que una playa de casi dos kilómetros tenga el nombre de cala (que se suele asociar a arenales pequeños). La explicación viene en forma de anécdota. Según cuentan los habitantes de la zona, cerca de la playa galardonada está la Cala Bona, que en castellano significa Cala Buena. Con la intención de competir con ella y atraer más turismo, el primer empresario que abrió un hotel en la zona la nombró como Cala Millor, cuya traducción es Cala Mejor.
Al ser un arenal urbano se puede llegar sin problema a pie. Pero si se viene de alguna localidad cercana, hay servicios de transporte público y se pueden encontrar más de 100 plazas de aparcamiento en los alrededores. Pero, aunque la mayor parte esté en el casco urbano de la localidad, la playa llega hasta la Punta de n'Amer, un Área Natural de Especial Interés (ANEI), que ocupa unas 200 hectáreas de gran valor natural, cultural e histórico.
En este paraje son de especial interés los restos del talayot del tancat de sa Torre (una torre de defensa del siglo XVII conocida como Es Castell), lo que queda de las canteras de piedra de arenisca y los búnkeres de la playa de Sa Coma, testimonio de la guerra civil española (1936-1939).