Greenpeace alerta de "las falsas soluciones" que ofrecen las marcas y los supermercados como alternativas al plástico, por ejemplo, el papel, que "solo traslada el problema" a otros ecosistemas como los bosques, y los envases biodegradables, que raramente se descomponen.
En el informe Tirando el futuro publicado este miércoles por la organización medioambiental se precisa que la verdadera alternativa a los envases de plástico no es reciclar, dado que esta práctica registra niveles bajos, sino "reutilizar y recargar", asegura el responsable de la campaña de plásticos de Greenpeace, Julio Barea. A nivel mundial se recicla solo el 9% del plástico aunque el porcentaje asciende al 25% en España, según Greenpeace.
La organización advierte de que la industria busca captar a un público concienciado ambientalmente con conceptos como biodegradable o compostable aunque sus compromisos ecológicos no son reales, sino solo estrategias de "greenwashing" o lavado "verde" de imagen para "disfrazar" la situación con "falsas soluciones".
No tan respetuosos con el medio ambiente
El plástico solo genera problemas medioambientales: además de "la avalancha" de residuos de este material en los océanos, el 99% del plástico procede del petróleo o el gas, cuya extracción y refinado contribuyen al cambio climático. Y, por si fuera poco, el plástico necesita aditivos químicos para mejorar su estabilidad, flexibilidad y apariencia, entre ellos, sustancias cancerígenas y disruptores endocrinos como los ftalatos, denuncia la organización.
Para finales de 2019, según sus datos, la producción e incineración mundial de este material equivaldrá a 189 centrales de carbón, una cifra "insostenible" en la actual situación de emergencia climática.
Algunas empresas están cambiando plásticos derivados de combustibles fósiles por otros de origen biológico que, a menudo, se publicitan "erróneamente" como biodegradables o compostables. Solo el 1% del plástico disponible en el mercado es de origen biológico (fabricado con material como maíz o caña de azúcar) y en su mayoría se compone parcialmente de plástico de origen fósil. Además el plástico biodegradable raramente se descompone en el entorno natural porque no suelen darse las condiciones necesarias para ello.