El Ayuntamiento de Madrid, ciudad que acoge la Cumbre del Clima de la ONU, se quiere subir al carro del compromiso con el medio ambiente, un movimiento que han criticado tanto grupos ecologistas como partidos de la oposición.
Con la campaña Madrid Green Capital (Madrid Ciudad Verde), que propone actividades, talleres y exposiciones en torno a la COP25, el Consistorio ha utilizado "de manera hipócrita y engañosa" un título europeo que no tiene, según denuncia el diputado de Unidas Podemos y fundador de Equo Juantxo López de Uralde. Vitoria es la única ciudad española oficialmente distinguida con este galardón.
Pero las críticas vienen de lejos. En este artículo recogemos algunas de las medidas poco comprometidas con el medio ambiente que echan raíces en la capital y demandas ecologistas que los madrileños llevan años exigiendo a la administración y aún no tienen respuesta:
Madrid 360
Una de las primeras medidas del alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, fue intentar suspender Madrid Central, el plan anticontaminación de la administración de Manuela Carmena. Una zona de bajas emisiones aplaudida por Europa. Pero solo la decisión de los tribunales consiguió pararle los pies. Los jueces determinaron que suspender Madrid Central perjudicaría la salud de los madrileños y al medio ambiente. El plan continúa en vigor pero el Consistorio pretende sustituirlo el año que viene por otro menos ambicioso, Madrid 360.
Desde Ecologistas en Acción denuncian el "empeño" de Almeida en "desmontar un programa ambiental imprescindible" y le acusan de no presentar ningún plan de prevención o adaptación al cambio climático desde el inicio de su legislatura "más allá de programas existentes como la plantación periódica de árboles". Así, la ONG ecologista considera que el alcalde llega a la cumbre del clima "disfrazado de medioambientalista".
Según un estudio realizado por Ecologistas en Acción con datos municipales, Madrid Central, con solo un año de vida, ha reducido la contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2) en un 20 % respecto a la media histórica de la zona. Pero los beneficios no se limitan al centro de la ciudad, el informe afirma que las bajadas de dióxido de nitrógeno se han registrado en 21 de las 24 estaciones de medición de la ciudad respecto a años anteriores, en una lista que encabeza la estación de Plaza del Carmen.
Una vía verde que no llega
La plataforma a favor de la vía verde Leganés-Alcorcón-Madrid, compuesta por diversos colectivos vecinales y ecologistas de estos tres municipios, llevan años pidiendo la reconversión de una antigua vía ferroviaria militar, desmantelada en 2002, en una ruta verde ecológica. "Facilitaría la movilidad sostenible para las personas, ya sea andando o en bici, y también el ocio gratuito", explicó Jesús Bartolomé, de Ecologistas en Acción, en una de las marchas para reivindicar la recuperación de este camino.
El proyecto es un recorrido de 10 kilómetros que uniría Leganés y Alcorcón con Madrid en menos de una hora en bici. "Madrid y en el área metropolitana tiene problemas recurrentes de contaminación. Hay que cambiar el modelo de movilidad a favor de caminar y del uso de la bicicleta, y de poder combinar esto con el transporte público", dijo Jaime Matamoros, del Grupo Promotor del Corredor Ecológico del Suroeste de Madrid, en una protesta de 2017.
Aunque los ayuntamientos de Madrid, Alcorcón y Leganés han aprobado en los últimos años mociones favorables a la propuesta, ahora esperan el beneplácito de la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Defensa, ya que "algunos terrenos por donde pasa esta vía están dentro de la llamada Operación Campamento".
Una de cal y una de arena con el carril bici
El Consistorio ha desmantelado el carril bici segregado en la Gran Vía de Hortaleza, construido hace tres años por la alcaldesa Manuela Carmena, para convertirlo en un ciclo carril por el que también pueden circular los coches. Un movimiento que choca con la tendencia global de restar espacio al coche y dar más a la bicicleta y a los peatones para así reducir la contaminación. La asociación ciclistas Pedalibre denunció el desmantelamiento.
"Cumplimos nuestros compromisos electorales. Dijimos que los carriles bici que no ayudaran a la movilidad ciclista, y entorpecieran otros modos, además de no justificarse por el uso, se revertirían", dijo el alcalde tras conocerse la reversión del carril segregado de Gran Vía de Hortaleza. Sobre los futuros carriles a revertir, el alcalde tiene "en mente" el carril bici de bulevares, donde "no pasan prácticamente ciclistas" y "es peligroso porque va entre el bus, el coche, con aletas de tiburón".
No obstante, la semana pasada se aprobó con apoyo de todos los grupos municipales un carril-bici "segregado y seguro" para el Paseo de la Castellana, desde la Glorieta de Carlos V, en Atocha, hasta el Hospital de la Paz, en la zona de Chamartín, tras las propuestas de Vox y el PSOE.
Una incineradora que aún no cierra
Varias asociaciones vecinales y ecologistas mostraron su preocupación a principios de noviembre ante la "falta de convicción" del Ayuntamiento de Madrid sobre el cierre de la incineradora de Valdemingómez y solicitaron al Consistorio su clausura "lo antes posible".
La plataforma ciudadana 'Alianza Incineradora de Valdemingómez No', con sede en Rivas, exigió poco después al Consistorio la publicación "inmediata" de un plan "detallado" para el cierre de esa incineradora, y que se "materialicen" los pasos necesarios para cumplir con la promesa del anterior Gobierno madrileño, liderado por Manuela Carmena, de cerrarla en 2025.
Este agrupación, que integra a más de 50 colectivos y asociaciones, insiste en que el actual centro de residuos debe reducir la incineración de basuras al 50% hasta 2022, para poder proceder a la "eliminación total" en cinco años. En esta línea, también reclaman iniciativas de "prevención y control de la salud", con un mayor número de puntos de control del aire, para conocer la "presencia de contaminantes en el ambiente".