Ésto es todo lo que los cerdos pueden enseñarnos sobre el coronavirus
El estudio de varios virus que afectan a este animal, que aparecieron en todo el mundo desde los años 80, permite sacar conclusiones sobre la COVID-19.
18 abril, 2020 02:26Noticias relacionadas
Los virus que causan la gastroenteritis transmisible (VGET) y la diarrea epidémica (VDEP) son coronavirus del cerdo, del género Alfacononavirus y, por tanto, diferentes a los Betacoronavirus respiratorios humanos, como la actual COVID-19. Sin embargo, al estudiar cómo se propagan estos virus entre los animales, los veterinarios pueden sacar varias conclusiones.
El VGET y el VDEP son virus digestivos que afectan solo al cerdo y se transmiten exclusivamente a través de heces contaminadas directamente, o bien porque estas contaminan calzado, vehículos, objetos, entre otros. Los cerdos no se suben a los aviones ni a los barcos, ni a los trenes, no conducen y están totalmente aislados en las granjas modernas, que son auténticas fortalezas sanitarias con unas condiciones de aislamiento que impiden, o que hacen muy difícil, que lleguen agentes infecciosos.
La gastroenteritis transmisible (GET) de cerdo era una frecuente en Europa, pero no afectaba a España porque, hasta nuestra entrada en la Unión Europea en 1986, no importábamos estos animales. En 1984 apareció en el continente europeo un mutante del virus llamado Coronavirus Respiratorio Porcino. Cuando empezamos a importar cerdos, este virus llegó con ellos y se difundió rápidamente por España.
Pero esto fue beneficioso porque el virus respiratorio causa un cuadro clínico muy leve, pero inmunizó a nuestra cabaña porcina contra el virus digestivo, mucho más patógeno, de forma que no se extendió en España.
La primera conclusión que sacamos es que cuando una infección por coronavirus que se transmite por vía respiratoria alcanza a una población receptiva, aunque esté en núcleos totalmente aislados como las granjas, se difunde a una gran parte de la población.
Más rápido por vía respiratoria
El virus de la Diarrea Epidémica Porcina (DEP) tiene también una historia ilustrativa. Fue una enfermedad restringida a Europa, que en España se diagnosticó en 1985. También afectaba a granjas chinas con brotes esporádicos, pero en 2010 apareció en ese país un mutante mucho más virulento que se extendió rápidamente, y que causó pérdidas de millones de lechones. Después se extendió a otros países asiáticos causando también pérdidas millonarias.
En 2013 emergió en EE.UU. un virus genéticamente muy similar al asiático (la DEP no se había diagnosticado allí antes de 2013). Los estudios genéticos sugirieron que los virus americanos eran de origen asiático, y algunos trabajos indicaron que pudieron llegar al país norteamericano con materias primas contaminadas para la elaboración de piensos.
En poco tiempo afectó a miles de granjas en más de 25 Estados americanos, causó la muerte de más de siete millones de lechones, y se difundió a muchos otros países del continente. Estas cepas muy virulentas no han llegado, de momento, a Europa.
La segunda conclusión es que un virus que solo afecta al cerdo, y que solo se transmite a través de las heces, se extendió en poco tiempo por una buena parte de Asia, apareció en EEUU y se difundió en un área geográficamente muy extensa de América. Esto nos muestra que un virus que se transmite exclusivamente a través de las heces se difunde con mucha más dificultad que otro que lo haga por vía respiratoria.
Mutan fácilmente
En 2009 apareció en Italia un nuevo coronavirus en cerdos que se denominó Coronavirus Entérico Porcino (SeCoV), originado por recombinación del virus de la GET con el virus de la DEP, que después se describió en otros países europeos.
En un estudio retrospectivo de muestras guardadas en nuestro laboratorio hemos comprobado que este nuevo virus estaba en España desde, al menos, 1993. Y así llegamos a la tercera conclusión, que es que los coronavirus digestivos porcinos, como otros coronavirus, mutan fácilmente.
En 2009 se detectó por primera vez en China un nuevo tipo de coronavirus en cerdos, del género Deltacoronavirus (PDCoV). Su origen son virus aviares que originalmente proceden de murciélagos, y en 2014 se detectó en EE.UU. un virus genéticamente casi idéntico que probablemente llevaba años circulando en la población porcina americana.
En febrero de 2017 aparecieron de nuevo muchos brotes de diarrea en lechones en China y se identificó un Alfacoronavirus porcino desconocido que se denominó SADS-CoV o Coronavirus del Síndrome de Diarrea Aguda Porcina, cuyo análisis filogenético demostró que, sin duda, procedía de virus de murciélagos.
Están por todas partes
Hay necesario apuntar que se han encontrado coronavirus en murciélagos en todos los continentes, incluido Europa y también en España. Ya en 2011 se encontraron diversos Alfa y Betacoronavirus en murciélagos recogidos por toda nuestra geografía. Así, la última conclusión es que los coronavirus están ahí. Los murciélagos de todo el mundo son portadores y pueden transmitirlos a otras especies.
La predicción de Bill Gates y otros en el famoso simulacro de pandemia Event 201 partía de que aparecía un coronavirus nuevo procedente de murciélagos en cerdos en Brasil, que se extendía por todo el mundo. Está claro que Bill Gates tiene buenos asesores científicos, porque la premisa no es nada descabellada.
Por eso cabe esperar que emerjan nuevos virus patógenos para el ser humano. Lo único que se puede y que se debe hacer es destinar más recursos a la investigación.
*Pedro Rubio Nistal es catedrático de enfermedades infecciosas en la facultad de Veterinaria de la Universidad de León (ULE).