El agua es un bien escaso y esencial para las personas, las ciudades, la agricultura, la industria y para el medioambiente en general. El acceso al agua es una de las bases para el desarrollo socioeconómico de las comunidades. Es uno de los elementos naturales más importantes en nuestra vida diaria, sin embargo, en el mundo 3 de cada 10 personas todavía carecen de acceso a agua potable.
El Día Mundial del Agua, que Naciones Unidas conmemora cada año desde 1993, se celebra este año bajo el lema ‘el valor del agua’. Con esta premisa, se trata de compartir y comprender el significado que el agua tiene para cada persona. Éste puede ser un significado económico, cultural o relacionado con el medioambiente, pero de lo que se trata es que todas las tradiciones o prácticas que giran en torno al agua tengan un mismo fin: el de la conservación y protección de un bien esencial.
Naciones Unidas advierte de que garantizar que haya agua para todos será una de las grandes problemáticas en las próximas décadas. El aumento de la población mundial y la amenaza del cambio climático pueden poner en peligro la disponibilidad de agua para satisfacer al mismo tiempo las necesidades humanas, agrícolas e industriales, mientras por otro lado se trata de proteger los ecosistemas naturales de donde se extrae este recurso.
Las consecuencias del calentamiento global son cada vez más evidentes y se han intensificado en los últimos años. Como ejemplos recientes tenemos el paso del temporal Filomena o el episodio de gota fría en Alicante el año pasado. Estos eventos, las lluvias torrenciales, las inundaciones o las grandes nevadas y, en el otro extremo, episodios graves de sequía, hacen que el agua sea cada vez más escasa, y su disponibilidad, menos previsible.
- En 2050 la demanda mundial de agua crecerá un 30% por encima del nivel actual del uso del agua.
- La escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial.
- Se prevé que, en 2050, el 20% de la población mundial se encontrará en zonas en riesgo de inundación.
- España es el país de la Unión Europea más vulnerable al cambio climático y con mayor estrés hídrico, según la Agencia Europea del Medio Ambiente.
- Las precipitaciones en España disminuyeron un 18% entre 1980 y 2010.
- A nivel mundial, más del 80% de las aguas residuales se vierten en ríos y océanos sin tratamiento.
De aquí a 2030…
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcan la Agenda 2030 de Naciones Unidas, y el agua es un pilar fundamental en varios de ellos por su clara vinculación con el medioambiente, la salud y el desarrollo socioeconómico de las zonas más pobres del planeta.
Uno de los ODS está dedicado enteramente al agua, el número seis: “Agua limpia y saneamiento para todos”. Entre las metas marcadas de aquí a 2030 se encuentra garantizar el acceso universal al agua potable, así como a servicios de saneamiento adecuados, ya que 2.400 millones de personas en el mundo aún carecen de ellos. De aquí a 2030 también se pretende reducir la contaminación del agua, cuidando de los ecosistemas que dependen de él, y hacer un uso más eficiente de los recursos hídricos.
En nuestro país, algunas empresas como SUEZ España se han adscrito a estos objetivos marcados por Naciones Unidas para trabajar conjuntamente por estas metas para un futuro más sostenible y equitativo. Para ello la compañía colabora con todos los agentes involucrados en la gestión del agua, apostando por la colaboración público privada entre empresas, las comunidades locales y la administración pública.
Soluciones para el presente y futuro
El grupo SUEZ, especializado en la gestión del agua y de los residuos, se ha comprometido con la preservación del agua y el cuidado del medioambiente. Siguiendo la hoja de ruta de la Agenda 2030 y los ODS, “desarrollamos servicios en el ámbito de la sostenibilidad hídrica y ambiental con la finalidad de acompañar a los territorios y ciudades hacia la transición ecológica”, declaran desde la empresa.
El agua tiene, sin duda, un papel decisivo en el desarrollo de las ciudades. Este año, además, a causa de la pandemia, el tratamiento de aguas residuales ha sido de gran ayuda, al resolver algunas incógnitas acerca de cómo se extendía el coronavirus entre la población. SUEZ España desarrolló, en tiempo récord, Covid-19 City Sentinel, una solución diseñada para la detección temprana del virus en aguas residuales.
Esta herramienta epidemiológica combina los datos obtenidos de analíticas de laboratorio con la topología del alcantarillado para identificar, de forma precoz, la presencia de coronavirus en la red. Esta información ha permitido a las autoridades tomar medidas y anticiparse a los brotes. Hasta ahora se ha implementado en más de 100 municipios en el territorio nacional, donde se suma un total de más de 13 millones de habitantes.
Soluciones tecnológicas como esta dicen mucho de las posibilidades que ofrece la digitalización de las infraestructuras de gestión del agua. Porque los grandes retos que presenta el futuro en cuanto al cuidado del medioambiente necesitan del apoyo de la tecnología. En SUEZ España, por ejemplo, ya utilizan herramientas digitales como el big data y el smart metering (contadores inteligentes). Además, cuentan con una red de seis hubs o centros digitales, llamados DINAPSIS, repartidos en el territorio nacional, dedicados a desarrollar soluciones tecnológicas para contribuir al desarrollo de ciudades inteligentes y verdes.
En la protección y conservación de un recurso esencial como el agua intervienen muchos agentes sociales y económicos. Por ello, SUEZ España ha propuesto la creación de un Pacto Social para garantizar tras la pandemia una recuperación económica verde e inclusiva, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, bajo tres premisas: la solidaridad, la ocupación de calidad y la reconstrucción verde. El grupo propone un modelo de gestión del agua que facilite la transición hacia otro más sostenible que mejore la calidad de vida de las personas y garantice el acceso y preservación del agua.