Más de 100.000 canes podrían dejar de ser considerados Perros Potencialmente Peligrosos (PPP) en España si prospera el cambio legislativo en el que trabaja el Gobierno: una modificación normativa que "liberaría de la estigmatización" a estos animales y a sus dueños, según un comunicado de la Real Sociedad Canina de España (RSCE).
El número aproximado de perros que se podrían beneficiar de esta transformación legislativa incluiría a unos 40.000 ejemplares pertenecientes a las ocho razas caninas (Rottweiler, Staffordshire bull terrier, American staffordshire terrier, Dogo argentino, Akita inu, Fila brasileño, Tosa Inu y Pit bull terrier) recogidas en la figura del PPP.
Según las estimaciones la RSCE y atendiendo a sus propios registros, a estos ejemplares habría que sumar los pertenecientes a otras ocho razas (Boxer, Doberman, Presa canario, Bullmastiff, Dogo de Burdeos, Dogo del Tíbet, Mastín napolitano y Presa mallorquín) que figuran en las diferentes regulaciones autonómicas y que ascenderían a otros 31.000 perros.
Añadiendo a estos grupos los canes mestizos, “se alcanzaría una cifra muy por encima de 100.000 ejemplares”, calcula la RSCE, entidad para la que “no existen razas peligrosas”, sino “unas características físicas y de temperamento que hacen que no todos los perros sean iguales ni tengan las mismas aptitudes”.
Una figura estigmatizora
El director general de Derechos de los Animales, Sergio García Torres, anunció el cambio legislativo esta semana en la I Jornada Política de la RSCE 'Hacia una nueva Ley de Bienestar Animal', de modo que la futura normativa acabaría con una denominación que “estigmatiza al perro y a su dueño”.
La eliminación de esta figura es una de las principales peticiones de la RSCE, entidad que propuso la derogación de la figura de ‘Perro Potencialmente Peligroso’ (PPP) en 10 iniciativas legislativas el pasado año.
El presidente de la RSCE, Julián Hernández, ha asegurado que "legislar sobre potencialidades implica establecer unas generalidades que, además de ser injustas, han propiciado la criminalización y la marginación social de determinadas razas y, por ende, de sus tutores", por lo que espera que el cambio de la Ley termine con esta situación.
Para garantizar la correcta convivencia entre estos perros y la sociedad, la RSCE sugiere impartir cursos de formación para los tutores de este tipo de razas "con potencialidades físicas especiales" y ha puesto a disposición de todas las administraciones una “prueba de sociabilidad canina” desarrollada por expertos en formación y adiestramiento de cánidos.