Situadas a casi mil kilómetros de la costa de Ecuador, en el océano Pacífico, las islas Galápagos son la segunda reserva marina más grande del planeta y fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1978 por la UNESCO.
El mar, las playas e incluso el interior de algunos animales marinos ya están contaminados por estos compuestos, según un estudio publicado en la revista Science of the Total Environment y liderado por la Universidad de Exeter en reino Unido, el Galapagos Conservation Trust (GCT) y el Centro Científico de Galápagos.
“La imagen prístina de las Galápagos podría dar la impresión de que las islas están de alguna manera protegidas de la contaminación por plástico, pero nuestro estudio muestra claramente que no es así”, lamenta Ceri Lewis, autora principal del estudio e investigadora en el Instituto de Sistemas Globales de Exeter.
Tras revisar más de 138 estudios científicos sobre la ingestión y enredo en plásticos, los investigadores lograron identificar a los vertebrados marinos de las Galápagos que corren más riesgo de tragar plásticos o quedar atrapados, como los tiburones martillo, los tiburones ballena, los leones marinos y las tortugas marinas.
Además, el equipo llegó a encontrar más de 400 partículas de plástico por metro cuadrado en una de las playas donde habita la iguana marina, apodada ‘mini Godzilla’. También se hallaron dentro de más de la mitad de los invertebrados marinos (como percebes y erizos) estudiados, y en el fondo del mar.
“Nuestro estudio pone de manifiesto lo lejos que viaja la contaminación por plástico y cómo contamina todas las partes de los ecosistemas marinos”, alerta Jen Jones, del GCT y primera autora, para quien la prioridad es que la contaminación se detenga en su origen. “No se puede solucionar el problema solo con la limpieza de las playas”, recalca.
Recogida de plásticos en Galápagos. / Adam Porter.
Corrientes oceánicas
Los resultados sugieren que la mayor parte de la contaminación por plásticos en las Galápagos, un paraíso de la biodiversidad mundialmente conocido, llega principalmente a través de las corrientes oceánicas. Solo el 2 % de los elementos y fragmentos mayores de 5 mm procedía de las islas, pero la cifra real podría ser mayor, según los científicos.
“Los niveles más altos de plástico que encontramos estaban en las playas orientadas al este, expuestas a la contaminación que se transporta a través del Pacífico oriental en la corriente de Humboldt”, añade Lewis. Los investigadores recogieron un total de 4.610 artículos en 13 de las 14 playas analizadas.
Esto afecta a las iguanas marinas, de las que existen menos de 500 ejemplares, y que habitan en estas playas. “Es preocupante que convivan con este alto nivel de contaminación por plástico”, señala la investigadora.
También se hallaron microplásticos no solo en el fondo marino y el agua, sino también, y en mayores concentraciones, en el puerto y en el interior de invertebrados marinos: “Estos animales son una parte crucial de las redes alimentarias que sostienen a las especies más grandes que viven en las islas Galápagos y sus alrededores”, indica Jones.
Según la investigación, las siete especies de invertebrados marinos examinados contenían microplásticos, así como el 52 % de los 123 individuos estudiados. “Esta situación solo va a empeorar si no cambiamos drásticamente nuestro uso de los plásticos”, concluye David Santillo, de los Laboratorios de Investigación de Greenpeace en la Universidad de Exeter.