Huracanes, terremotos e incendios: el cambio climático se ensaña con América Latina y el Caribe
Los fenómenos extremos vividos en estas regiones hacen saltar las alarmas y alertan de los graves efectos del cambio climático.
21 agosto, 2021 00:13Noticias relacionadas
Un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) muestra los efectos diversos del cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos en América Latina y el Caribe. Ambas regiones han experimentado en solo un año intensas sequías, tormentas tropicales, olas severas de calor, lluvia torrencial, huracanes devastadores e incendios catastróficos en la Amazonia.
Esto comprometen la salud y la seguridad de las personas, amenazan la seguridad alimentaria, hídrica y energética, y ponen en peligro el medioambiente, señala el informe.
Sus efectos se dejan sentir en el conjunto de la región, también en las cumbres andinas, las imponentes cuencas fluviales y las islas de baja altitud, según el documento. También se destaca la preocupación que generan los incendios y la pérdida de masa forestal, que constituye un sumidero vital de carbono.
En El estado del clima en América Latina y el Caribe en 2020 se presentan de forma sucinta los efectos del aumento de las temperaturas, el cambio en la distribución de las precipitaciones, las tormentas y el retroceso de los glaciares. Incluye, asimismo, análisis transfronterizos, como el de la sequía del Pantanal sudamericano y la intensa temporada de huracanes en América Central y el Caribe. También se proporciona información detallada desglosada a nivel regional que permite constatar la degradación de los indicadores del cambio climático mundial.
El informe y los gráficos que lo acompañan muestran cómo la vida marina, los ecosistemas costeros y las comunidades humanas que dependen de ellos, en particular en los pequeños Estados insulares en desarrollo, se enfrentan a las crecientes amenazas de la acidificación de los océanos, el calentamiento de sus aguas y el aumento del nivel del mar.
El informe se dio a conocer el 17 de agosto en una conferencia de alto nivel titulada Trabajando juntos por la resiliencia hidrometeorológica y climática en América Latina y el Caribe, organizada bajo los auspicios de la OMM, la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR).
El informe interinstitucional se basa en una metodología normalizada de evaluación de los aspectos físicos del sistema climático. Incorpora aportaciones de Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN), Centros Regionales sobre el Clima (CRC) de la OMM, instituciones de investigación y organizaciones internacionales y regionales.
Una nueva fórmula matemática
No obstante, un nuevo método estadístico, desarrollado por físicos de la Universidad de Reading y la Universidad de Uppsala en Suecia, analiza las características, o "huellas dactilares", de un evento meteorológico extremo específico de interés, como una ola de calor, para determinar si se puede atribuir a la variabilidad climática natural del clima o es un producto único del calentamiento global.
El profesor Valerio Lucarini, catedrático de Mecánica Estadística y coautor de la investigación publicada en la revista Physical Review Letters, dijo en un comunicado: "El impacto del cambio climático en las colas de la distribución de las variables climáticas puede ser muy grave, ya que la probabilidad de la ocurrencia de eventos extremos como olas de calor puede aumentar dramáticamente y se pueden romper nuevos récords uno tras otro. Necesitamos ahora más que nunca la coordinación internacional para hacer frente a tales extremos.
"Es clave identificar las causas dinámicas de tales eventos extremos porque esto conduce a una mayor capacidad para anticipar la próxima ola de calor y el tamaño del área que afectan. De hecho, los eventos extremos persistentes tienden a afectar regiones más grandes y ahora contamos con métodos que nos permitan comprender la columna vertebral detrás de los eventos individuales y asociarlos, cuando sea posible, a la variabilidad natural del clima.
"El cambio climático puede revelarse como un cambio en la probabilidad de ocurrencia de eventos extremos específicos -lo que fue extremo se convierte en la nueva normalidad- y como la ocurrencia de eventos nuevos y sin precedentes, que yo llamaría sorpresas climáticas peligrosas".
En el estudio, los dos investigadores simularon el clima de la Tierra sin influencia del cambio climático durante un período de mil años, utilizando datos generados por un modelo de sistema terrestre de última generación, cuyo resultado ha informado el informe actual del IPCC.
Luego compararon todos los eventos extremos que ocurrieron en las simulaciones con eventos de la vida real, para ver si podrían haberse esperado como parte de la desviación natural del clima o fueron inesperados y, por lo tanto, pueden haber sido causados por el cambio climático.
El método se probó en dos eventos reales en 2010: una ola de calor de verano de un mes en Rusia donde las temperaturas subieron hasta 11°C por encima del promedio, y una ola de frío en Mongolia que trajo fuertes nevadas y temperaturas de -50°C en enero.
Descubrieron que ambos eventos podrían haberse esperado como parte de la desviación natural del clima, pero que el cambio climático probablemente hará que las futuras olas de calor en estas regiones sean más extremas.