Inundaciones tras el desbordamiento del río Arga a su paso por Huarte (Navarra).

Inundaciones tras el desbordamiento del río Arga a su paso por Huarte (Navarra). Jesús Diges EFE

Medio ambiente

Deshielo y 'río caribeño': por qué el Ebro vive sus inundaciones más graves en años

Las comunidades de Navarra, La Rioja y Aragón viven días de incertidumbre por las inundaciones acaecidas en las localidades cercanas a la ribera del río.

15 diciembre, 2021 06:05

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La crecida del caudal del Ebro estos días ha dejado calles completamente anegadas. Las comunidades de Navarra, La Rioja y Aragón viven días de incertidumbre y devastación a consecuencia de las inundaciones acaecidas en las localidades cercanas a la ribera del río. En varios puntos, los valores máximos de la crecida han superado los 2.000 metros cúbicos por segundo. Para Mar Gómez, doctora en Físicas y meteoróloga de eltiempo.es, aunque este es un fenómeno frecuente, "está siendo uno de los eventos más graves"

Los expertos consultados por EL ESPAÑOL coinciden en que estos episodios son algo habitual en la zona, pero -en especial- el de este año ha sido llamativo. Gerardo Benito, investigador del CSIC y experto en riesgos de inundaciones, explica que este fenómeno se ha producido por la persistencia de las intensas precipitaciones que han generado frentes atmosféricos de bajas presiones primero en forma de nieve, y después con lluvia intensa. Su combinación ha producido la llegada rápida de la escorrentía a los ríos.

Gómez, por su parte, añade además otra causa a la situación que se está viviendo estos días en las comunidades afectadas. Y es que además de las precipitaciones que dejó la borrasca Barra y aparte del deshielo rápido de las nevadas producidas en los últimos días, la región cantábrica ha experimentado la entrada de lo que los meteorólogos conocen como río atmosférico. Este es un fenómeno procedente del Caribe que ha aumentado los niveles de humedad y ha intensificado las lluvias en la región. Sin ir más lejos, en la parte alta del Ebro llovió sin parar durante más de 20 días.

Las consecuencias de estos fenómenos han sido catastróficas. Gran parte de la cuenca del Ebro ha sufrido riadas como resultado de las crecidas de grandes afluentes del Ebro como el Arga en Navarra, el río Aragón o el río Ega, también en Navarra. 

La Comunidad Foral fue la primera en sufrir las consecuencias de la crecida del Ebro. Dos personas fallecieron y varios vecinos tuvieron que ser evacuados ante el transcurso de los acontecimientos. Localidades como Tudela han llegado a registrar un caudal histórico en años de hasta 2.700 metros cúbicos por segundo, muy superior a la experimentada en el año 2015 (de 2.400), y con una altura mayor, de unos 30 centímetros más con respecto a la de hace seis años. 

La confluencia de los ríos Arga y Aragón y su desembocadura en un río Ebro sobrecargado fueron los principales responsables de las inundaciones en esta localidad navarra. Además de esto, el descenso del nivel de agua está siendo lento, como ya preveía la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), y en algunos puntos hay más dificultades para que el agua vuelva al cauce del río, por lo que aún podrían quedar zonas anegadas durante días

Trabajadores de Protección Civil de Tudela, subidos a una lancha en una calle inundada.

Trabajadores de Protección Civil de Tudela, subidos a una lancha en una calle inundada. Iván Delgado EP

No obstante, a partir de este punto el caudal se ha atenuado gracias a las llanuras de inundación. Según explica el Instituto de Geociencias (IGEO-CSIC), son áreas adyacentes al cauce donde de manera periódica son cubiertas en periodos de crecida. Suelen ser muy fértiles y generalmente son ocupadas por cultivos, aunque en ocasiones las poblaciones también crecen en ellas. No hay más que recordar a los egipcios, una civilización dependiente de la inundación del río Nilo. Las aguas cubrían la llanura eliminando sales y depositando sedimentos.

Otra de las zonas que ha sufrido el aumento del caudal del Ebro ha sido la comunidad riojana, donde el consejero de Sostenibilidad y Transición Ecológica, Álex Dorado, ha solicitado al Gobierno la declaración de zona catastrófica en los lugares afectados. La crecida en estos puntos no ha superado los registrados en Navarra, pero de igual forma, a su paso, las riadas han dejado centenares de hectáreas de cultivo inundadas, además de cuantiosas pérdidas que aún están por determinar.

Donde preocupa el curso de la crecida del Ebro es precisamente en Aragón. Como recoge Europa Press, María Luisa Moreno, jefa de Hidrología de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), ha informado de que los valores máximos de la crecida se sitúan en el tramo comprendido entre Alagón y Zaragoza. De hecho, se espera que no se superen los 2.200 metros cúbicos por segundo y una altura en torno a los 5 metros. "Estamos en niveles de caudales muy altos", aseguraba Moreno.

Asimismo, la jefa de Hidrología de la CHE ha insistido en la "gran importancia" que está teniendo la atenuación natural de los niveles máximos en el último tramo, debido a que la llanura de inundación almacena temporalmente parte del volumen de la crecida. De esta manera, se espera que el volumen máximo de Tudela, cuyo caudal punta era 2.700 metros cúbicos por segundo, disminuya paulatinamente.

Una señal que indica el caudal del río en Pradilla de Ebro, Zaaragoza.

Una señal que indica el caudal del río en Pradilla de Ebro, Zaaragoza. Marcos Cebrián EP

¿Puede estar detrás el cambio climático?

La ciencia lleva alertando en las últimas décadas de la incidencia del cambio climático y sus consecuencias sobre la meteorología extrema. En el último informe publicado por Naciones Unidas alertaba precisamente del aumento de la frecuencia y de la intensidad de las precipitaciones y fenómenos extremos como las inundaciones. Ocurrió en Alemania y en Bélgica durante el mes de junio, donde se concluyó que estos episodios eran consecuencia del cambio climático atribuido por el hombre. 

Sin embargo, aún es pronto para conocer si los fenómenos vividos estos días en el norte de España guardan alguna relación con la deriva climática por la que atraviesa el planeta. Gómez señala que "en el caso de eventos muy concretos como este no podemos saber aún a ciencia cierta si está detrás el cambio climático", porque "tiene que haber un estudio de atribución". No obstante, asegura que "los patrones de precipitación durante estos últimos años están cambiando a nivel global".

En este sentido, Irene Santa, también meteoróloga de eltiempo.es, destaca que las inundaciones han sido y continuarán siendo una constante en la cuenca del Ebro dada su morfología y ubicación. Además, la gravedad de la crecida depende también del factor meteorológico e hidrológico, de la exposición al riesgo. "A la hora de discernir consecuencias o efectos del cambio climático en estas situaciones hay que ser muy cauto, ya que en muchas ocasiones la gravedad es mayor en muy buena medida porque un mayor número de población se ha visto expuesta", asegura.

Las inundaciones como proceso físico de acumulación de escorrentía durante lluvias persistentes no se pueden evitar, pero lo que sí se pueden prever, cuenta Benito, son los daños materiales y humanos asociados a la inundación. "Para ello hay que conseguir reducir la exposición de viviendas y actividades humanas en las zonas inundables", que ya están delimitadas en los mapas de zonas inundables de cada demarcación hidrográfica.

Sin embargo, Benito insiste en que "estas situaciones [de inundaciones] han aumentado su frecuencia en las últimas décadas, y junto a los cambios rápidos de temperatura con la combinación de lluvia intensa sobre nieve, favorecen este tipo de circunstancias" que se están viviendo estos días en el norte del país.