Su presencia es imponente. Tiene 30 metros de altura y 13 de diámetro. Todo un icono para los ciudadanos que viven cerca de él. Y el 23 de noviembre de 2001 ya fue declarado Monumento Natural por la Junta de Andalucía. Ahora, esta encima de más de 400 años que se encuentra en Coripe (Sevilla) y es conocida como 'El Chaparro de la Vega' ha sido elegida como el árbol más bonito de España.
O, lo que es lo mismo, 'Three of the year', un concurso que organiza anualmente la ONG Bosques sin Fronteras. Tal y como ha informado el Ayuntamiento del municipio y se refleja en la web del concurso, se trata de una importante distinción, no solo para poner en valor el árbol galardonado sino también la Vía Verde de la Sierra Cádiz-Sevilla, donde se encuentra.
El Chaparro de la Vega ha obtenido 3.715 votos, por delante de los 3.429 del ciprés de la Glorieta de Bécquer del Parque de Maria Luisa de Sevilla y los 2.690 del Cedro del Himalaya del Zoobotánico de Jerez de la Frontera (Cádiz). Sobre el árbol ganador, la web destaca "sus sobresalientes dimensiones", que hacen de este ejemplar "una clara referencia para los lugareños que lo han hecho testigo de su vida cotidiana".
Bajo su sombra, según comentan en el portal medioambiental sobre el árbol, se desarrollan diversas actividades lúdicas y festivas, entre las que destaca la Romería de Fátima a mediados del mes de mayo, y desde hace unos años y dada su singularidad, sus inmediaciones sirven como escenario de actividades relacionadas con la educación ambiental.
El entorno del centenario árbol es un característico paisaje serrano de lomas suaves y adehesadas, sin embargo, rompiendo este horizonte de colinas, se divisan laderas de naturaleza caliza, con escarpes verticales cubiertos de denso matorral, "y es posible recorrer este enclave y sus alrededores a pie, en bici o a caballo". "Los lugareños están muy encariñados con su árbol, hasta el punto que lo incluyen en sus actividades lúdicas cotidianas, lo consideran de su propiedad, lo protegen y cuidan pues forma parte de su historia vital, de sus vivencias familiares", indica la web.
Un concurso pionero
El concurso del Árbol y Bosque del Año en España se creó en 2007 por Bosques Sin Fronteras, siendo el primero en Europa y en el mundo con esta iniciativa. Como continuación de esta iniciativa, en 2011 se creó el premio europeo 'Tree of the Year' organizado la Fundación Alianza (Nadace Partnerství) que engloba todas las iniciativas nacionales que se han ido creando en los diferentes países, en el que en 2024 el representante español será el árbol coripeño.
El objetivo del concurso es destacar los árboles y bosques singulares del como patrimonio natural y cultural para proteger. En este concurso, a diferencia de otros, no es importante la belleza, el tamaño o la edad de los árboles o los bosques sino la historia y la relación con las personas y el territorio, ya que, para concursar, se buscan árboles y bosques que se han convertido "en una parte integrante de la comunidad en su sentido más amplio".