Un individuo abandonó varios ejemplares de cangrejos de río marmoleado (Procambarus fallax virginalis) en los estanques del parque García Sanabria, en Santa Cruz de Tenerife. El acto podría haber quedado en una mera anécdota si no se hubiera tratado de una especie con una gran capacidad reproductiva: en una sola puesta puede llegar a producir hasta 700 huevos a la vez y en un mes podrían estar eclosionados.
Ante la plaga de cangrejos de río que se originó (en una sólo mes retiraron más de 300 ejemplares), el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife decidió utilizar ejemplares de anguila europea (Anguilla anguilla). Se trata de un pez que fue extraordinariamente abundante en Europa y el África del Norte; sin embargo, a partir de 1980 comenzó su colapso. Por ello, más de 300 investigadores españoles solicitaron recientemente en un manifiesto el cese total de su pesca.
En un primer lugar, la intención de la organización municipal era depositar cinco ejemplares de anguila europea en cada una de las pozas de los estanques; es decir, un total de 50 ejemplares, de entre 35 y 40 centímetros de longitud. Estas anguilas que iban a ser usadas como depredadoras llegaron desde Galicia a la capital tinerfeña en noviembre del pasado año.
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Durante los meses venideros han permanecido en el Centro de Recuperación de Fauna Exótica de Canarias, gestionado por la Fundación Neotrópico. No fue hasta el pasado martes 5 de marzo cuando se liberaron ocho ejemplares en la zona de las charcas. Está previsto soltar los siete que quedan en los próximos días, pues el resto ya ha muerto al no haberse adaptado a las nuevas condiciones.
Una experiencia piloto
"El uso de esta especie en peligro crítico de extinción para controlar la plaga de cangrejos no parece una buena idea", apunta Miguel Clavero, investigador en la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y uno de los firmantes del citado manifiesto. "No por la anguila, sino porque que le metas un depredador no va a hacer nada. En las marismas del Guadalquivir hay muchos animales que se alimentan de los cangrejos y no han conseguido reducir la población", añade.
Clavero considera que hubiera sido más importante secar el charco tanto como fuera posible para poder capturar el mayor número de ejemplares. En realidad, esta fue una de las alternativas que se barajó en septiembre, cuando se detectó la plaga. "Pensamos en desecar los pantanos. Pero no era un buen sistema porque son animales que pueden permanecer con vida fuera del agua", explica Jaime de Urioste, biólogo y presidente de la Fundación Neotrópico.
De esta forma, el desecado no era viable porque "un solo ejemplar podría generar la invasión". Otra de las opciones que se planteó fue la utilización de productos fitosanitarios. Pero se descartó por el riesgo de infección que podría generar en la zona. "Nos quedaba estudiar alternativas más naturales, y la anguila es una especie que depreda", indica De Urioste.
La Ley de Pesca de Canarias prohíbe totalmente la captura de la anguila europea en cualquiera de las islas del archipiélago. "No pudiendo capturar ejemplares aquí, se recurre a empresas de apicultura que tienen engorde de esta misma especie para alimentación humana", explica De Urioste.
De hecho, los 50 ejemplares que se retiraron para controlar la plaga de cangrejos no se importaron desde Galicia para "este proyecto piloto", sino que formaban parte del marisco que se vende en una de las lonjas con las que cuenta Tenerife: "Hemos ido a por las que estaban vivas y a las más fuertes".
Se reproduce sin sexo
"Hemos intentado rescatar 50, de las que han sobrevivido unas pocas. Pero no supone significativamente nada", señala De Urioste. Sus palabras coinciden con las del investigador del CSIC: "El nivel de la pesquería es gigantesco, por lo que el número de ejemplares que han soltado no es relevante. El pasado fin de semana, se celebró el Festival Gastronómico de la Angula en Asturias y cada cazuela tenía entre 80 y 90 individuos".
Clavero, en realidad, pone el foco en "la seria invasión" que puede representar este cangrejo de agua dulce: "No va a parar de reproducirse". Esto se debe a que su forma de reproducción es la partenogénesis. Se trata de un mecanismo de reproducción que consiste en el desarrollo de células sexuales femeninas.
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Los animales que cuentan con este modo de reproducción —por el momento, sólo se ha registrado en algunas especies de aves, peces y reptiles— no necesitan una pareja para tener crías. En el caso de este cangrejo marmoleado (nombre que recibe por su parecido cromático con la roca), las hembras ponen huevos fértiles, sin necesidad de machos ni fecundación sexual. De este modo, casi todos los descendientes son prácticamente iguales desde el punto de vista genético.
Esta particular forma de reproducción, no obstante, ha servido a un grupo de investigadores para analizar cómo se extienden en el organismo las células cancerígenas. El trabajo, que se publicó en la revista Nature Ecology & Evolution en 2018, concluyó que, al proceder de una única célula original, los genomas de los tumores experimentan una evolución clonal, similar al modo de reproducción de los cangrejos.
"Será difícil de erradicar"
Al no estar catalogados como invasora en el listado de especies preocupantes para la Unión Europea, cualquiera puede hacerse con estos cangrejos de río. "Los pueden adquirir con fines ornamentales, para tenerlos en un acuario", apunta De Urioste. "El hecho de que haya en estas charcas significa que hay gente en Tenerife que las tiene en sus casas", añade Clavero.
Los expertos creen que será bastante difícil acabar con la plaga de cangrejos. "Se han hecho pruebas anteriores, en tramos de río, y el éxito ha sido limitado. Se ha conseguido controlar la población, pero no erradicarla", señala De Urioste.
En el hipotético caso de que sí lo consiguieran, las anguilas se retirarían del parque municipal y serían trasladadas al Centro de Recuperación de Fauna Exótica de Canarias que gestiona la Fundación Neotrópico. Como incide el presidente de ONG especializada en especies exóticas, son animales que pueden tener una longevidad de más de 80 años.
En este sentido, Clavero lamenta que el motivo de su regreso a Canarias haya sido para utilizarlas como depredadoras: "Ya me gustaría que estuvieran en parques públicos para que la gente tome contacto con la anguila europea", concluye.