Un jabalí en una zona urbana.

Un jabalí en una zona urbana.

Medio ambiente

Hepatitis E, el último riesgo al que se enfrentan las ciudades por la 'invasión' de jabalíes: "Hay que tomar cartas en el asunto"

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Además de causar accidentes de tráfico, la presencia de jabalíes en zonas urbanas puede convertirse en un problema de salud pública. Este animal salvaje es un importante reservorio del virus de la hepatitis E, una infección que causa cerca de 50.000 muertes al año en el mundo.

Un equipo de científicos españoles ha descubierto ahora que las cepas de los virus de hepatitis E de los jabalíes muestran "una similitud molecular" con las de los ciudadanos de la misma zona. Comprobar que están siendo la vía de transmisión es "muy complejo", pero el reciente hallazgo sugiere que estos animales podrían ser una fuente de infecciones humanas de hepatitis E.

"Debemos estar precavidos ante esta situación", advierte a EL ESPAÑOL Jordi Serra-Cobo, doctor en Biología por la Universidad de Barcelona (UB) y el investigador que ha coliderado el citado estudio junto a María Isabel Costafreda. "Si no se hace nada, tarde o temprano tendremos un problema importante".

Aunque las muestras recogidas se limitan al área metropolitana de Barcelona, una región que abarca a 3,2 millones de personas y tiene una densidad de población de jabalíes que oscila entre 5 y 15 individuos por kilómetro cuadrado, el riesgo no sólo se circunscribe a esta zona: "Es un problema global".

Las muestras de jabalíes que resultaron positivas en cuanto a la presencia del virus pertenecían a individuos jóvenes. Que no se haya detectado en jabalíes adultos se debe a que los jóvenes están expuestos a la infección por el virus en los primeros años de vida, mientras que los adultos ya han superado la infección y están protegidos de la reinfección. No obstante, el virus es endémico en la población de jabalíes de esta zona.

No es la primera vez que desde la literatura científica se advierte del alto potencial de contagio de hepatitis E que presentan los jabalíes. En 2015, una revisión realizada por el científico del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), Francisco Ruiz, ya constató que estos animales constituyen un riesgo en la transmisión de enfermedades para las personas. No sólo se mencionaba la hepatitis E, sino que también aparecía la encefalitis japonesa y el virus Nipah. Cabe recordar que para este último no exite tratamiento y causa una elevada mortalidad en humanos.

Medidas de prevención

El aumento de la presencia de los jabalíes en las zonas urbanas responde a distintos factores como, por ejemplo, la pérdida de hábitats naturales inducida por las actividades humanas. También ha facilitado su expansión los abandonos en campos de cultivo.

Además, estos animales se han habituado de tal forma a los ambientes urbanos que han aprendido a alimentarse de los residuos de los contenedores. "Los tumban y comen de lo que hay dentro", apunta Serra-Cobo. Por ello valora que en algunas zonas ya se hayan llevado a cabo acciones para evitar que puedan volcarse.

Éste es uno de los ejemplos que plantea como medidas de prevención frente a las posibles transmisiones a la ciudadanía. Otra de ellas sería  no ingerir carne cruda de jabalí: "El consumo tiene que ser pasado por la sartén". En casos más concretos, como guardas forestales o cazadores, la recomendación es más clara: Lavarse las manos con agua y jabón para eliminar la envoltura lipídica del virus".

Entre las medidas para prevenir la transmisión del virus de la hepatitis E, el investigador de la UB destaca la importancia de impedir su entrada a los jardines públicos. En estos espacios se podrían infectar, por los excrementos de los jabalíes, los animales de compañía. Esta infección contribuiría a expandirse a los ciudadanos.

Serra-Cobo es consciente de que invertir en prevención siempre resulta "una cuestión delicada". "Si tiene éxito, a las personas que hayan tomado esta decisión se les pregunta por qué lo hicieron si no ha pasado nada". En cambio, "si no se toman cartas en el asunto, habrá casos significativos en cuanto al número de infecciones por hepatitis E de los jabalíes.

Acostumbrados al ambiente urbano

También entiende que habrá científicos que defiendan que la mayor parte de los individuos infectados son asintomáticos. "Pero hay un porcentaje, por pequeño que sea, en el que produce enfermedades muy graves", advierte. Y conforme aumenten los casos, por no llevar a cabo las medidas de prevención oportunas, la probabilidad de que haya casos graves será mayor. "Estamos alertando que esto puede acarrear un problema en un futuro próximo".

Las medidas de prevención expuestas por este investigador no contemplan otro escenario que no sea el de que los jabalíes permanezcan en los ambientes urbanos. "Son especies que ya se han adaptado. Y tal y como está el asunto eliminar la población lo veo complicado".

La única forma de evitar esta potencial fuente de transmisión de la hepatitis E es hacer un seguimiento exhaustivo al estado sanitario de la población de jabalíes, "especialmente, en una época en que la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas están cambiando a un ritmo sin precedentes, fruto del cambio climático y de factores antrópicos".