P. Fava
Publicada

El principal sistema de corrientes del océano Atlántico (Atlantic Meridional Overturning Circulation o AMOC), un mecanismo natural que regula las temperaturas de todo el planeta, va camino de debilitarse sin colapsar a lo largo de este siglo según una modelización publicada en la revista Nature. Se trata de una previsión más optimista que la formulada en ocasiones anteriores, que hablaban de un 'colapso sistémico inminente'. Otros procesos oceánicos estarían consiguiendo corregir la acumulación de calor en las aguas oceánicas.

La AMOC es considerada como una "cinta transportadorade corrientes cálidas, conectando el Golfo de México con Europa occidental a través del Atlántico Norte. También cumple una función clave en la absorción de Co2. Precisamente, la acumulación de gases de efecto invernadero, unida al incremento de agua dulce proviniente del deshielo glaciar en Groenlandia, han estado debilitanto este sistema. La última actualización, sin embargo, descarta el riesgo de colapso total en lo que queda de siglo. 

"Es una buena noticia", valora Jonathan Bamber, director del Centro de Glaciología Bristol de la Universidad de Bristol (Reino Unido), en declaraciones a Science Media Centre. "Dado que la AMOC es responsable de gran parte del transporte de calor oceánico hacia los polos, los cambios en su fuerza tienen un enorme impacto en el clima del noroeste de Europa y en todo el mundo. Un colapso de la AMOC sería devastador para la civilización", manifiesta.

El trabajo ha sido realizado por el equipo de Jonathan Baker del Met Office británico, que empleó 34 modelos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), combinados con datos de acumulación de gases de efecto invernadero y niveles de agua dulce en el Atlántico Norte. Sus datos sugieren que la AMOC persiste incluso en los modelos más pesimistas, impulsada por el influjo de aguas profundas en el Atlántico Norte y los efectos de los vientos en el Sur.

Para que se mantenga en el tiempo, apuntan los autores, es indispensable que estos factores se compensen con un "downwelling -cuando el agua de la superficie se vuelve más densa que la profunda, y se hunde- en otras zonas. La AMOC solo llegaría a colapsar si se configurase un sistema de corrientes opuesto en el Pacífico, un PMOC. Esta circulación terminará desarrollándose según confirman los modelos, pero será demasiado débil como para anular los demás mecanismos.

No obstante, Bamber subraya que aunque no se hayan encontrado pruebas de una desconexión o colapso de la AMOC, sí se constata su debilitamiento. "Esto, por sí solo, debería ser motivo de preocupación", advierte. "Aunque no acapare los titulares de la misma manera y su impacto sea un poco más complicado de explicar, la debilidad de la AMOC es preocupante y sigue siendo extremadamente importante modelizarlo, comprenderlo, vigilarlo y predecirlo".

"La Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico es enormemente importante para el clima mundial, ya que influye en el transporte de calor, la reducción de carbono y la formación de aguas profundas", explica Lee de Mora, modelizador de ecosistemas marinos en el Laboratorio Marino de Plymouth (Reino Unido). El especialista apunta a los motivos por los que las previsiones sobre la AMOC difieren, y por qué algunos expertos sostienen que el sistema real es más propenso al colapso de lo que dicen los modelos.

"Los modelos climáticos de la Fase 6 del Proyecto de Intercomparación de Modelos Acoplados (CMIP6) proyectaron universalmente un debilitamiento de la AMOC a medida que aumentan las temperaturas, pero no proyectaron un colapso total hasta cero en ningún nivel de calentamiento", recuerda. "Este artículo identifica mecanismos estabilizadores de la AMOC en el océano Austral y el océano Pacífico que pueden explicar por qué los modelos CMIP6 tienen un AMOC estable".