Entre los términos meteorológicos a los que nos conviene prestar atención en los pronósticos está el de DANA, siglas de 'depresión aislada en niveles altos' y origen de un fenómeno que recibe el nombre popular de 'gota fría'. No es inusual que se dé a finales de verano y comienzos del otoño, pero en fecha reciente se han producido episodios de notable importancia. En octubre de 2018 se puso en aviso rojo a la Comunidad Valenciana por la peor 'gota fría' provocada por una DANA en una década, y otra de ellas provocó las históricas inundaciones del sur de Madrid del pasado mes de agosto.
Ahora, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) alerta de un temporal de precipitaciones fuertes, vientos intensos y mal estado de la mar activo desde las últimas horas del lunes hasta, por lo menos, el viernes. El área mediterránea se verá especialmente afectada, pero las consecuencias de la DANA que penetra por el Cantábrico oriental en dirección de norte a sur se harán sentir en amplias zonas de la Península, como en el interior con un desplome "extraordinario" de las temperaturas palpable ya desde las primeras horas del martes.
Pero, ¿en qué consiste exactamente una DANA? Se trata, como su nombre indica, de una depresión atmosférica aislada a gran altitud, resultado del choque de una masa de aire frío en altura con aire caliente de la superficie. Según explicaba Rubén del Campo, portavoz de AEMET, sobre el reciente episodio de Rivas Vaciamadrid y Arganzuela, esta colisión "genera inestabilidad atmosférica, que favorece la formación de nubes que producen tormentas fuertes". Aunque una DANA no siempre viene acompañada de chubascos y caídas de la temperaturas, el calor que aún mantienen la superficie y el mar en la Península Ibérica durante esta época hace que tiendan a ser tormentosas.
La previsión para esta semana apunta con un muy escaso rango de incertidumbre a que la DANA permanecerá estacionaria el miércoles y el jueves sobre el sureste peninsular y el norte de África. A partir del viernes, señala AEMET, la mayoría de modelos apuntan a un retorno de las altas presiones en dirección norte junto con un debilitamiento del fenómeno. En las zonas en las que se produzcan las precipitaciones se esperan acumulaciones de 100 ml, y en casos "puntuales", niveles de "intensidad torrencial" en los que la lluvia superará los 60 mm/h.
¿Cuáles serán entonces las comunidades afectadas? Ya desde la madrugada del martes, las fuertes lluvias harán acto de presencia en el área cantábrica, así como en áreas de Cataluña y Baleares. El miércoles serán de nuevo Baleares y la Comunidad Valenciana las más afectadas. A continuación, el jueves, el sureste peninsular concentrará la inestabilidad y, a partir del viernes, se impone la incertidumbre. Las previsiones apuntan a tormentas y chubascos en zonas del este y sureste peninsular, "y quizá de Baleares".
El viento, sin embargo, jugará un papel importante, ya que puede llevar la lluvia a zonas que originalmente no entraban en la predicción. Empezará a soplar el martes en Cataluña y Baleares y se desplazará durante los siguientes días al este y sureste peninsular. Se pueden esperar rachas fuertes o muy fuertes en el litoral y en alta montaña: esto, combinado con la caída de las temperaturas, hace que se espere nieve por encima de los 2.000 metros en Pirineos. Asimismo, el estado de la mar también se caracterizará por viento de fuerza 7 u 8, y mar gruesa o muy gruesa mar adentro.
El 'toque' de Dorian
Dorian, el huracán que ha traído la devastación a las Bahamas y que ha continuado en dirección norte para llegar a afectar a Canadá, ha tenido una influencia directa en la aparición de la masa de aire frío que provoca la DANA en España. Como explica el doctor en Física e investigador de fenómenos atmosféricos J. J. González Alemán en su cuenta de Twitter, el huracán ha sufrido "una transición extratropical de tipo seclusión cálida, la más peligrosa de todas".
Por "extratropical" se entiende que Dorian se ha posicionado a la altura de las latitudes medias, las corrientes del Atlántico que recorren de oeste a este en dirección a la Península Ibérica, y que ahora está marcado por un "núcleo cálido en niveles bajos y vientos especialmente intensos en superficie" según la definición de "seclusión cálida. Esto ha provocado una gran "perturbación" atmosférica que ha llevado a la formación de la DANA, segín ilustra González Alemán en su cuenta.