El Atlántico Norte está muy activo, tanto en el área tropical, con la tormenta Zeta en el noroeste del Caribe -que pronto podría convertirse en huracán al pasar a aguas del Golfo de México-, como en latitudes más altas. En estas últimas están los restos del huracán Epsilon, ya en el sur de Groenlandia, degradado a sistema post tropical.
La borrasca resultante va a suponer la inyección de una poderosa lengua de humedad y aire cálido que tendrá un gran impacto en Europa, advierte Francisco Martín, meteorólogo de Meteored. “Estos ingredientes son una bomba de relojería”, subraya.
El chorro polar hoy acoge una borrasca en superficie que se va a profundizar próxima a los restos de Epsilon. La combinación del jet stream, ese centro de bajas presiones y lo que queda del huracán, desencadenará una borrasca atlántica descomunal, con un mínimo de presión del orden de 940 hPa o menos. Habrá caídas de presión de 24 hPa en 24 horas o más, es decir, una ciclogénesis explosiva.
Durante este proceso, las olas podrían alcanzar los 19 metros en el norte del Atlántico, al oeste de las Islas Británicas, e incluso superar los 25 metros. Todo esto ligado a vientos de hasta 139 km/h, con rachas superiores. La zona de vientos huracanados (120 km/h) será también muy amplia, con rachas previstas del orden de 160-170 km/h.
¿Llegará a España?
Las zonas costeras atlánticas españolas, Galicia, Cantábrico y Canarias quedarán lejos de la borrasca, pero de forma indirecta se verán afectadas con el oleaje de mar de fondo generado en la lejanía por la superborrasca resultante, con olas de entre 4 y 7 metros en las zonas costeras peninsulares.
La cola de los sistemas frontales generados por la borrasca nos podrían afectar, especialmente el frente frío en la zona del noroeste y Cantábrico y sus vientos asociados, pero lejos de los vientos huracanados en el seno de la borrasca resultante.
El oleaje, viento y nieve ponen este lunes en riesgo a una veintena de provincias, según informa la Agencia Estatal de Meteorologia (AEMET) en una jornada marcada por las lluvias y las tormentas en todo el norte peninsular y una bajada generalizada de las temperaturas.
Por fenómenos costeros tienen avisos las provincias de Almería y Granada, Asturias, Cantabria, Lugo, Pontevedra, A Coruña, Ibiza y Formentera, Girona, Tarragona, Guipúzcoa, Vizcaya, Alicante, Valencia y Castellón. Asimismo, Almería, Granada, Tarragona Ibiza y Formentera tienen avisos por viento y Huesca y Lleida por nieve.
El frente de este domingo acabará de cruzar la Península hacia el este, desplazándose rápidamente hacia Baleares, quedando tras su paso chubascos y tormentas ocasionales en el nordeste de Cataluña y de Baleares, tendiendo a remitir a partir de la tarde.
Por otro lado, continuarán las precipitaciones en Galicia, Cantábrico y Pirineos, acompañadas de tormentas en el litoral, más abundantes en el litoral vasco, remitiendo al final por el oeste. Intervalos de nubes bajas en buena parte del interior peninsular, tendiendo durante el día a poco nuboso o con algunas nubes altas. En Canarias, intervalos nubosos en el norte y poco nuboso en el sur.
Las temperaturas máximas irán en descenso en la Península, notable en su mitad oriental, y en Baleares. Las mínimas también bajan, salvo en Melilla, extremo sur peninsular y bajo Ebro, donde suben ligeramente. Pocos cambios en Canarias.
El viento será del oeste y noroeste en la Península y Baleares, fuerte en el litoral cantábrico y litoral andaluz más oriental, y con intervalos de fuerte en el bajo Ebro, sierras del extremo este peninsular y resto del litoral mediterráneo.
Estas temperaturas por debajo de lo normal para la época del año empezarán a suavizarse a partir del martes, cuando está previsto que se inicie un ascenso progresivo, más notable el miércoles.
Entre ese día y el jueves, según Aemet, la llegada de un anticiclón podrá propiciar un ascenso generalizado de las temperaturas, además de cielos en general poco nubosos, aunque sin descartar la formación de extensas nieblas en el entorno de la meseta norte.