La borrasca ártica Elliot que atenaza a Estados Unidos desde la víspera de Navidad ha alcanzado proporciones históricas. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aprobado la declaración de emergencia para el estado de Nueva York, que concentra la mayoría del medio centenar de víctimas provocadas por el desastre. Calificada como "única en una generación" por el servicio meteorológico nacional (NWS, en inglés), Elliot ha desplomado las temperaturas desde los Grandes Lagos, cerca de Canadá, hasta el río Grande en la frontera con México.
Se trata de una "entrada ártica" que ha provocado temperaturas de hasta -50ºC, según explica en su blog el meteorólogo Francisco Martín de Meteored. "La tormenta invernal se ha convertido en lo que se conoce técnicamente como un 'ciclón bomba' a través de un proceso conocido como ciclogénesis explosiva o bombogénesis, cuando la presión barométrica cae en más de 24 hPa en 24 h.
Las alteraciones del vórtice polar -los vientos árticos que circulan en torno al Polo Norte, y que pueden desgajarse y descender a latitudes más bajas provocando fenómenos como 'la bestia del Este'- están teniendo efectos muy distintos a uno y otro lado del Atlántico. "Gran parte de Europa vive bajo unas temperaturas suaves que están por encima de los valores normales (colores rojos anaranjados) en contraste con las zonas anormalmente frías (azules) en el centro y este de los EE.UU. y zonas de México", precisa Marín.
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El viento estratosférico, el indicador de la robustez del vórtice polar a la altura de Europa, indica una probabilidad baja de irrupciones polares o árticas potentes, explica por su parte Roger Solé, también de Meteored. Esto da "una idea bastante clara y precisa" de la ausencia de frío que marcará estas semanas. "Nos hace pensar que, hasta bien adentrado el mes de enero, predominará una situación de bloqueos anticiclónicos o dorsales subtropicales".
El tiempo de Año Nuevo
"Las temperaturas anormalmente altas están siendo noticia en la recta final de este anómalo 2022 en lo que respecta a la meteorología, aunque afortunadamente la situación de sequía ha mejorado en las regiones de la vertiente atlántica gracias a los activos frentes atlánticos que han ido llegando, destacando los asociados a la borrasca Efraín", explica el meteorólogo Samuel Biener de Meteored.
La previsión de Biener apunta a que, en los primeros días de enero, "se mantendrán las temperaturas anómalas que nos han acompañado durante buena parte de diciembre. Estarán de 1 a 3 ºC por encima del promedio en prácticamente toda España, salvo en sectores concretos del interior en los que se la niebla sea más persistente".
Sin embargo, prosigue, "las temperaturas parece que se normalizarán en la mayoría de las regiones durante el ecuador y la segunda mitad del mes, situándose hasta 1 ºC por encima de la media en la Meseta Sur, Andalucía, la Región de Murcia y en ambos archipiélagos.
Además, la primera decena será más seca de lo normal en el litoral cantábrico central y oriental, "mientras que podría ser ligeramente más seca en el este de Andalucía y en Baleares". Las precipitaciones rondarán los valores habituales para las fechas en el resto del país. Para el resto del mes se prevén lluvias en torno a la media en casi todas las regiones, e incluso podrían situarse por encima del promedio en Galicia, Canarias y en áreas locales del Mediterráneo.
"Por ahora los mapas no prevén situaciones muy extremas en enero", concluye Biener, descartando que se pueda augurar una 'nueva Filomena' como hace el método pseudocientífico de las cabañuelas. En cualquier caso, la próxima borrasca de alto impacto que afectase a España se llamaría Fian.