Europa está alcanzando estos días récords de temperaturas nunca vistos en esta época del año. En los primeros 15 días de invierno, los termómetros han registrado cifras más propias de la primavera que del invierno, desde Bilbao, al norte de España, con 25 grados, hasta Varsovia (Polonia), que el pasado domingo registró unos escandalosos 18,9 grados centígrados.
Estas anomalías térmicas, que han afectado a gran parte del continente y han dejado temperaturas de entre 5 y 15 grados por encima de lo normal, se producen paradójicamente justo después de que América del Norte haya sido asolada por una gran ola de frío polar que ha dejado más de 60 muertos.
Moscú batió su récord este 1 de enero, y también se dispararon los termómetros en la segunda ciudad rusa, San Petersburgo, donde el primer día del año sorprendió con 4,5 grados de calor, algo nunca visto en la antigua capital zarista. Asimismo, en la vecina Bielorrusia, el mercurio hizo historia y llegó a los 16 grados (registrados en Brest, en la frontera con Polonia).
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Sin embargo, este insólito calor no durará mucho y en los próximos días está previsto que la temperatura baje drásticamente en la parte europea de Rusia y llegue a 20 grados bajo cero durante el día y a casi 30 bajo cero por la noche, según el pronóstico del próximo fin de semana en Moscú.
En Francia, el final de 2022 y el comienzo de 2023 también ha sido particularmente cálido. La noche del 30 al 31 de diciembre fue la más suave registrada en Francia en invierno desde que empezaron los primeros archivos a escala nacional en 1947, con una mínima de 11,2 grados de media en el conjunto del país, frente al anterior récord de 11,1 grados del 19 de enero de 2007.
Las máximas llegaron a superar los 24 grados al pie de los Pirineos el día 31 y la temperatura media en Francia fue de 14 grados, la segunda más alta desde que hay registros en el periodo del 15 de diciembre al 15 de enero. Y el 1 de enero se situó en tercera posición, con 13,3 grados, de nuevo con numerosos récords de mínimas, en particular en el este.
Alemania recibió el año nuevo con las temperaturas más altas registradas hasta ahora en esa noche especial: 18 grados marcaron los termómetros en Berlín, mientras que en Baviera y Renania del Norte-Westfalia (sur y oeste) se notificaron asimismo máximas extrañamente altas, de 16 y 17 grados, respectivamente.
Récords históricos en Kiev
Polonia tuvo su propio récord, con 18,9 grados para el primer día del año de 2023 en Varsovia, mientras que en la capital de Ucrania, Kiev, se alcanzó el 2 de enero un nuevo récord: por primera vez en 143 años de observaciones se registró una temperatura media de 9,4 grados, con máximas de 13,2 °C y mínimas que no bajaron de los 6,9, según el Observatorio Geofísico Central Borys Sreznevsky.
Bélgica vivió este año el 1 de enero más caluroso desde que el país comenzó a registrar las temperaturas en 1833, con 15,2 grados alcanzados en Uccle (Bruselas), casi un grado más que el anterior récord, los 14,3 grados de 2022, según informó el servicio meteorológico belga IRM.
También se marcó otro hito de calor el pasado 31 de diciembre, cuando se llegó en Bruselas a los 16,3 grados, la temperatura más alta en el día de Nochevieja desde que comenzaron los registros. El 31 de diciembre más cálido en Bélgica era hasta ahora el de un año antes, cuando se llegó a los 14 grados.
Suiza es otro país con temperaturas extremadamente altas para el invierno, las más elevadas que se han registrado en los últimos 170 años, según el boletín meteorológico de la radio-televisión pública suiza.
El termómetro alcanzó los 20,9 grados en la localidad de Delémont, 16,7 en Basilea y 15,1 en Zúrich-Kloten en el último día de 2022. El récord anterior de temperatura se remontaba a 2018, cuando se registraron 18,7 grados para el mismo día del año. Del mismo modo, España comenzó 2023 con récords de temperaturas altas, especialmente en el norte de la Península, donde se llegó a estar siete grados por encima de lo normal.
Fue el caso de ciudades como Bilbao y San Sebastián, donde el mercurio rondó los 25 grados de máxima y las mínimas marcaron entre 14 y 16 grados, registros más propios de julio, según el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología española, Rubén del Campo.