Los últimos días de febrero de 2023 se confirman como los más fríos de este iniverno, al coincidir la entrada de una masa de aire polar ártico y una borrasca mediterránea bautizada Juliette por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Las próximas horas estarán marcadas por temperaturas por debajo de las habituales para esta época del año, nevadas que pueden afectar a toda la península y Baleares, y rachas de viento fuerte.



El ambiente gélido y desapacible continuará como mínimo hasta el viernes, aunque a partir del martes se espera una recuperación paulatina de las temperaturas diurnas a medida que la masa de aire polar se retira. El descenso térmico ha comenzado por el tercio nordeste peninsular, y ya desde el lunes se espera de forma generalizada.

La caída de temperaturas será más acusada en la mitad este peninsular y en Baleares, donde en zonas extensas se prevé que llegue a ser notable, y es probable que no se superen los 5 grados en amplias áreas de la mitad norte peninsular. Las temperaturas nocturnas -que ya han comenzado este episodio de frío intenso con heladas- descenderán todavía más.

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"En estaciones de montaña del Pirineo las mínimas ha rondando puntualmente los -20 ºC, lo que da una idea de la potencia de la masa de aire frío que nos está afectando en estos momentos", explica Samuel Biener, experto de Meteored. El descenso de las temperaturas continuará en la mitad suroeste peninsular el martes, extendiendo las heladas a prácticamente toda la península salvo zonas litorales y suroeste peninsular.

Se registrarán temperaturas de diez grados bajo cero en Pirineos y zonas del sistema Ibérico; de seis bajo cero en la mitad norte, salvo en el valle del Ebro; y por debajo de los 4 bajo cero en amplias zonas del interior peninsular. El viento será predominantemente del norte y noroeste, y más intenso en el cuadrante noreste peninsular y Baleares, donde habrá probables rachas muy fuertes que incrementarán la sensación térmica de frío.

El estado de la mar también empeorará en el Mediterráneo occidental, con olas de entre 3 y 5 metros de altura enla zona de Girona y Baleares. El descenso térmico implicará un desplome de las cotas de nieve, primero por el nordeste peninsular y luego en casi toda la Península, haciendo que prácticamente toda la precipitación que caiga sea en forma de nieve.

Se prevén así acumulaciones de nieve de 2 a 5 centímetros en el área Cantábrica, Pirineos, este de Cataluña y entorno de los sistemas Central e Ibérico. Las nevadas más copiosas se prevén en Mallorca, especialmente en la sierra de Tramontana, donde entre el lunes y el martes se podrán acumular unos 50 centímetros partir de los 400 metros.

"El miércoles, primer día de la primavera climatológica, seguiremos con un ambiente muy frío. Juliette ya se habrá retirado a Cerdeña, con lluvias y nevadas que remitirán en Baleares. Sin embargo, según nuestro modelo de referencia se descolgará un pequeño embolsamiento de aire frío en altura sobre el norte peninsular, que se desplazará hacia el Mediterráneo, dejando chubascos irregulares de oeste a este en el noroeste, mitad ese y Baleares, aunque con una cota que ya se situará sobre los 500-800 metros", añade Biener.



Es probable que este episodio de bajas temperaturas comience a remitir el jueves, aunque las temperaturas mínimas continuarán con unos valores por debajo de lo normal al menos hasta el primer fin de semana de marzo. "Parece que el chorro polar cogerá carrerilla a partir del fin de semana, por lo que volverían los oestes y las temperaturas subirán", concluye Biener.