Las temperaturas anómalas y la sequía meteorológica que afectan a la Península Ibérica, Baleares y el norte de África no son los únicos fenómenos adversos que preocupan en estos momentos a los expertos. El final de la primavera y el comienzo del verano se prevén cálidos y secos como hasta ahora, con solo algunas intrusiones de bajas presiones, temperaturas más frías y lluvias. Sin embargo, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) se hace eco de un proceso global, 'El Niño', que tiene altas probabilidades de producirse y cuyas consecuencias también se sentirán en España.
El Niño es un fenómeno de calentamiento repentino de las aguas del Pacífico que tendía a ocurrir en Navidad, de ahí el nombre que le dieron los pescadores peruanos. El aviso para este año ha sido lanzado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que cifra la probabilidad de que se instaure un episodio de El Niño entre mayo y julio "en cerca del 60 %". Ese porcentaje "aumenta hasta el 70-80 % para el período de julio a septiembre", precisa AEMET, y pondría fin al fenómeno adverso, 'La Niña', que se ha prolongado de forma "inusual" durante los tres últimos años.
El cambio climático antropogénico está provocando que la alternancia de episodios de Niño y Niña -técnicamente denominada la variabilidad El Niño-Oscilación del Sur (ENSO)- sea cada vez más intensa y con efectos más pronunciados. "Por el momento, nada permite pronosticar la intensidad o la duración del episodio de El Niño", precisa AEMET. Sin embargo, cita al Secretario General de la OMM, Petteri Taalas: "Lo más probable es que un episodio de El Niño provoque un nuevo repunte del calentamiento global y aumente las probabilidades de batir récords de temperatura".
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"El mundo debe prepararse para la formación de un episodio de El Niño, que suele asociarse a un aumento del calor, las sequías o las precipitaciones en distintas partes del mundo. Podría aliviar la sequía que sufre el Cuerno de África, así como otros efectos causados por La Niña, pero también podría desencadenar más fenómenos meteorológicos y climáticos extremos", explicaba Taalas. "Esto pone de relieve que, para proteger a la población, la iniciativa de las Naciones Unidas denominada Alertas Tempranas para Todos es imprescindible".
AEMET aclara que "es complicado saber" qué efectos tendrá el fenómeno en España, tanto en temperatura -"aunque globalmente se espera que "El Niño" de lugar a temperaturas más altas"- como en precipitación, ya que "hay otros muchos factores, aparte de la propia variabilidad del sistema, que pueden influir". En general "pero no necesariamente", La Niña se relacionaría con la falta de lluvia que nos ha acompañado los últimos años, mientras que El Niño podría traer más precipitación en otoño.
En paralelo, Cayetano Torres, portavoz de Aemet, apuntaba que los modelos de predicción para los próximos 6 meses apuntan a temperaturas por encima de lo normal y precipitaciones alineadas con la media. Sin embargo, se "vislumbra un octubre lluvioso" que podría traer un otoño húmedo, aunque el experto insta a "mantener prudencia" ya que "es demasiado pronto para confirmarlo".