La ola de calor bautizada en Italia como Caronte, provocada por un anticiclón que impulsa aire muy cálido desde África, mantiene en alerta por altas temperaturas y riesgo de incendio a los países del Mediterráneo, que sufre las máximas más elevadas. Sin embargo, el Centro y el Este de Europa también tienen activos avisos rojos por calor, lo que da la medida de lo inusual y extremo de este episodio tórrido.
En Italia se espera que las temperaturas máximas lleguen a alcanzar los 47 grados en los próximos días en las islas de Sicilia y Cerdeña. En territorio continental, Roma puede alcanzar los 42ºC, un récord. Esto, sin embargo, no ha ahuyentado a los turistas que abarrotan los monumentos de la ciudad. Florencia, Venecia o la Acrópolis de Atenas son otros lugares de vacaciones que se mantienen abiertos pese a la alerta.
Los Alpes no se libran de la ola de calor, y las autoridades hablan de "una auténtica lengua de fuego de extracción sahariana" que elevará los valores máximos hasta los 28-30 grados a 1.500 metros de altitud. En Francia, se mantiene la alerta naranja por calor en el sureste, la costa mediterránea francesa, donde las temperaturas podrían llegar hasta los 40 grados en el interior de la Provenza.
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En el este, Rumanía supera los 40ºC, un pronóstico agravado por las tormentas eléctricas, lluvias torrenciales y ráfagas de viento intensas. Se mantiene la alerta en el oeste, el noroeste y en las zonas montañosas de Transilvania. Las autoridades han alertado a las personas mayores o con salud vulnerable del riesgo de golpes de calor y otros efectos perniciosos.
En Bulgaria también se prevén más de 40 grados en las ciudades de Russe en el Danubio, y Sandanski, cercana a la frontera con Grecia. Los bomberos advierten del probable riesgo de incendio forestales, ya que no se esperan descensos de temperaturas para el resto del mes.
En Austria, los termómetros alcanzaron picos de hasta 37 grados en algunos puntos, superando en principio el pico de la actual ola de calor. Ante la persistente sequía y el calor que se experimenta en Viena, las autoridades municipales han prohibido todas las barbacoas al aire libre en lugares públicos, así como fumar o encender hogueras en los bosques que rodean a la ciudad.
Tanto en la capital como en otras ciudades, como Linz, el partido ecologista "Verdes" ha organizado una campaña para ofrecer agua gratis en muchos establecimientos comerciales. La Cruz Roja ha abierto salas refrigeradas e invitado a la población a refugiarse en ellas de forma gratuita para que el organismo pueda recuperarse del estrés causado por el calor.
Con 39 grados centígrados previstos en algunas zonas del sur de Hungría, las autoridades de este país centroeuropeo han declarado el "código rojo", la máxima alerta de calor, en las provincias de Bács-Kiskun, Csongrád-Csanád y Békés. Ese código implica que las instituciones sociales deben acoger a las personas sin techo y con alguna necesidad.
Eslovaquia vivirá también a partir de este lunes el calor generalizado, con máximas de 33 grados en la ciudad de Komárno, al sur, y 31 grados en Bratislava. La mayor parte del territorio eslovaco tendrá tormentas eléctricas y lluvias desde hoy hasta finales de mes, cuando el sol se volverá a abrir camino.
En Serbia "arden los termómetros" según los medios de comunicación, informa la Agencia EFE, con "40 grados tropicales" en diversos puntos del país. Belgrado alcanza los 39 grados, y aconsejan evitar exponerse al sol debido al alto nivel de radiación ultravioleta .
Bosnia-Herzegovina y Croacia también están atravesando estos días la cúspide de la ola de calor, con temperaturas "extremas" de entre 34 y 40 grados. La turística región del puerto adriático de Split ha emitido avisos de alerta roja meteorológica.