El pasado mes ha sido el más cálido de todos los febreros desde que existen registros en todo el mundo, anuncia Copernicus, el Servicio de Cambio Climático de la Unión Europea (C3S). La temperatura media en superficie ha sido de 13,54°C, superando por 0,12°C el récord anterior de febrero de 2016. Además, si nos atenemos al periodo de referencia preindustrial, el pasado mes fue un 1,77ºC más cálido que la media entre 1850-1900. El planeta encadena así doce meses con un calentamiento de 1,56°C, rebasando el umbral establecido en los Acuerdos de París.
La anomalía de temperaturas en Europa Occidental y Central ha sido particularmente extrema, un 3,30°C superior a la media de 1991-2020 para este mes. Sin embargo, el dato más alarmante lo encontramos en el mar: alcanzó los 21,06°C, un récord absoluto que supera al de agosto de 2023 (20,98°C). "El clima responde a las concentraciones reales de gases de efecto invernadero en la atmósfera. A menos que consigamos estabilizarlas, nos enfrentaremos a nuevos récords de temperatura y a sus consecuencias", advierte Carlo Buontempo, director del C3S.
Copernicus también recoge que el pasado mes de febrero ha sido más húmedo de lo normal en la Península Ibérica, así como en amplias regiones de Europa. Sin embargo, el litoral mediterráneo es la excepción, con condiciones de sequía y aridez que se extienden hasta los Balcanes y Turquía. "Se observaron condiciones persistentemente más secas que la media en el sur y el este de España, el sur de Francia, en Sicilia y el Magreb, gran parte de Escandinavia, el noroeste de Rusia y las regiones situadas al oeste del mar Negro", recoge el informe.
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Como recuerdan los especialistas del clima, las emisiones no han sido lo único que ha contribuido al calentamiento acelerado de los últimos meses, particularmente en las aguas oceánicas. Factores como la erupción del volcán Hunga Tonga, la retirada del dióxido de azufre del combustible de los buques y, sobre todo, 'El Niño', el fenómeno natural de calentamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial. Aunque Copernicus percibe que este evento se está debilitando, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advertía recientemente que no se neutralizará hasta abril.
"Ojalá pudiéramos decir que con el paso de la fase de 'El Niño' a 'La Niña' volverá la normalidad", valora Samuel Biener, climatólogo de Meteored. "Pero es complicado". Según explica, Europa ha logrado reducir los niveles de gases de efecto invernadero hasta la época de los 70, pero el aumento en los países en desarrollo cancela el efecto beneficioso que esto podría tener. "Soy pesimista sobre el objetivo del grado y medio: aunque todos los países dejasen de emitir mañana mismo, el calentamiento continuaría por inercia durante décadas. Todo apunta a la derrota".
La preocupación, de hecho, ya no debería ceñirse a los valores climáticos a los que ya no se puede regresar, sino en "adaptar los territorios a la nueva realidad climática". Uno de estos puntos vulnerables, subraya Biener, es la cuenca mediterránea. "El clima se está volviendo más extremo al tiempo que gana población cada año. Es el cóctel perfecto para que los efectos del cambio climático sean especialmente intensos. Vamos a sufrir una pérdida muy importante de confort climático en un territorio muy densamente poblado".
¿Romperá la tendencia marzo?
A las puertas de la primavera, España está experimentando un temporal invernal que ha sorprendido por su carácter tardío. "Hemos pasado de tener montañas sin nieve en pleno invierno a sumar más de tres metros en Candanchú en poco más de una semana", se congratula Biener. Sin embargo, lo califica de episodio "puntual y potente", en la línea de un invierno que ha pasado "de un extremo a otro". Es una característica que ha ido en paralelo con los récords de temperaturas: las "transiciones cada vez más bruscas" entre episodios que 'borran' las estaciones.
Así, pese al temporal, las previsiones mantienen que marzo "será un mes cálido", con anomalías positivas de entre uno y tres grados en el sur de España y el Mediterráneo. Sin embargo, podría romper la racha de récords históricos encadenados. "Dependerá si las entradas de aire frío potentes que no hemos tenido en enero o en febrero se producen en esta época", valora el experto, que insiste en el carácter impredecible de la situación. "En el pasado hemos tenido grandes nevadas en marzo y abril, pero el año pasado ya tuvimos 40ºC en la misma época. Los fenómenos extremos están apareciendo ahora en cualquier momento", concluye.