El clima de la Tierra amenaza con no volver a ser el que era si se superan los 1,5°C, según un estudio
Un equipo de investigadores ha revisado cuáles son los peores escenarios a los que podríamos enfrentarnos si no mejoran las políticas climáticas.
26 agosto, 2024 01:23Lo cierto es que ya conocíamos los riesgos de superar en 1,5 grados centígrados los niveles de temperatura globales preindustriales, sin embargo, ahora un estudio revela una realidad aún más pesimista. Superar esta marca, aunque sea de manera temporal, podría provocar un efecto dominó de varios aspectos climáticos y ecológicos.
La razón es que, si este proceso comienza, revertir la situación y volver un clima anterior como el propio actual sería imposible. Los científicos son rotundos, si seguimos con la trayectoria actual, el riesgo de superar uno de los puntos de inflexión entre el año 2100 y el 2300 podría alcanzar el 45% y acercar al planeta a un punto de no retorno.
Este nuevo modelo climático, publicado en Nature Communications pretende advertir sobre las consecuencias del calentamiento global a partir de cuatro puntos o umbrales críticos interconectados que, de ser cruzados, podrían desencadenar una cascada de cambios catastróficos. Estos incluyen el colapso de la capa de hielo de Groenlandia, el colapso de la capa de hielo de la Antártida Occidental, la desaceleración o colapso de la Circulación Meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés) y la degradación severa del Amazonas.
Estos sistemas que son pilares fundamentales para la estabilidad del clima global, no sólo son interdependientes, sino que el cruce de uno de ellos aumenta significativamente la probabilidad de que otros también se vean comprometidos, generando un efecto dominó que alteraría de forma irreparable el equilibrio climático del planeta.
Escenarios climáticos
La investigación, dirigida por el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA) y el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK), en el que participan investigadores del Imperial College de Londres, también revela que no es solo el grado de calentamiento aumenta el riesgo, sino también el tiempo que permanece la Tierra por encima del umbral de 1,5°C.
Aun si se logra posteriormente reducir las temperaturas mediante la implementación de tecnologías de emisiones negativas, la exposición prolongada amplifica la probabilidad de que se crucen o tengan lugar simultáneamente alguno de los puntos críticos. Por ende, este hallazgo trata de subrayar la necesidad de realizar recortes drásticos en las emisiones ahora, sin depender en las medidas o en la reducción futura de dióxido de carbono.
Los escenarios modelados por los investigadores presentan un panorama sombrío si no se toman acciones inmediatas. En el escenario más pesimista, que refleja la continuación de las políticas climáticas actuales hasta el año 2100, se proyecta que la temperatura global podría aumentar hasta 3,3°C para finales de este siglo.
Incluso en el caso de que en este contexto, las temperaturas posteriormente se redujeran por debajo de 1,5°C entre los años 2100 y 2300, la probabilidad de que se crucen los puntos críticos sigue siendo alarmantemente alta, alcanzando un 45% para el 2300. Este dato es una clara señal de que las políticas actuales, incluso las más optimistas, no son suficientes para evitar las consecuencias más devastadoras del cambio climático.
Efecto dominó
Más alarmante aún es la aceleración del riesgo asociado con cada incremento adicional de temperatura, más allá de los 2°C. El estudio detalla que, en aumentos de temperatura entre 1,5°C y 2°C, el riesgo de confluencia de puntos críticos aumenta entre un 1% y un 1,5% por cada 0,1°C adicional.
Sin embargo, una vez que las temperaturas globales superan los 2,5°C, este riesgo se incrementa de manera exponencial, llegando a un 3% por cada 0,1°C de calentamiento adicional. Este escenario plantea una situación extremadamente peligrosa, ya que los modelos actuales sugieren que las políticas implementadas hasta la fecha podrían llevar a un calentamiento de aproximadamente 2,6°C para finales de siglo, lo cual se encuentra peligrosamente cerca de este umbral crítico.
Histéresis
Una característica central y preocupante del estudio es la noción de la "histéresis", un fenómeno en el cual un sistema que ha cambiado de estado, no regresa fácilmente a su estado original, incluso si las temperaturas disminuyen nuevamente. Este concepto es particularmente relevante en el contexto de los sistemas climáticos, donde el daño causado por el calentamiento global puede ser irreversible, o al menos extremadamente difícil de revertir.
Esto implica que una vez que se cruzan ciertos umbrales, las estrategias de mitigación, por avanzadas que sean, podrían no ser suficientes para restaurar los sistemas a su condición previa, haciendo que la prevención de estos eventos sea de suma importancia.
Además de los desafíos que presentan estos hallazgos, los autores del estudio advierten que los modelos actuales del sistema terrestre, aunque sofisticados, no logran plasmar completamente las interacciones y retroalimentaciones complejas entre los distintos elementos críticos.
Esta limitación es significativa, ya que subestima el riesgo real, lo que podría llevar a una falsa sensación de seguridad. Para mitigar este problema, los investigadores desarrollaron un modelo conceptual simplificado que, aunque más básico, permite una evaluación más clara y precisa de los riesgos en diferentes escenarios de calentamiento, proporcionando así una herramienta crucial para la toma de decisiones en políticas climáticas.
Acuerdos de París
En términos de proyecciones a largo plazo, que se extienden hasta 50.000 años en el futuro, el estudio revela que la temperatura de estabilización es una variable crítica para determinar el riesgo de cruce de umbrales críticos. Incluso en los escenarios en los que se logra estabilizar la temperatura global en 1,5°C sin sobrepasar este límite, existe un riesgo considerable, de hasta un 50%, de que el sistema cruce un punto crítico en los próximos milenios.
Este hallazgo desafía la noción de que la marca establecida por el Acuerdo de París representa un límite "seguro" y plantea la necesidad de reconsiderar lo que realmente significa alcanzar la estabilidad climática.
La investigación también enfatiza la importancia de una rápida reversión del calentamiento, después de un sobrepaso del límite de 1,5°C, para limitar los riesgos asociados a permitir durante un tiempo prolongado estas temperaturas. Sin embargo, lograr una reversión efectiva requiere al menos alcanzar emisiones netas cero de gases de efecto invernadero, una meta que, aunque ambiciosa, es crucial para la estabilidad planetaria. Su incumplimiento no solo comprometería el statu quo climático a corto plazo, sino que podría condenar al planeta a enfrentar consecuencias catastróficas durante siglos, si no milenios.