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Si la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) aumentó de naranja a rojo -el máximo dentro del Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos (Meteoalerta)- el aviso por tiempo adverso a las 7.30h de la mañana del martes 20, ¿por qué la Generalitat no aumentó la emergencia en la provincia de Valencia a nivel 2 hasta las 19.17 h? Esta pregunta es clave para entender la catástrofe provocada por la DANA de alto impacto que deja más de 70 fallecidos.

El subdirector de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, Jorge Suárez, ya apuntaba que el desajuste se debe a la diferencia de ámbitos -nacional y autonómico- y competencias -meteorológica por un lado y de protección civil del otro. "Trabajamos con procedimientos que regulan la cadencia de avisos que van incrementando el nivel de riesgo. El último eslabón "es para la población, en una situación de riesgo inminente". Se trataría del mensaje por Es-alert que recibieron los valencianos pasadas las 20.00 h. 

Sin embargo, Aemet llevaba previniendo desde hacía días sobre acumulados de lluvia de hasta 200 l/m2 en la Comunidad Valenciana, compatibles con el "riesgo meteorológico extremo" que se indica con nivel rojo. Sin embargo, no se activó oficialmente hasta que se detectó que se superaban los umbrales de precipitación y de caudal de los cauces el martes por la mañana. Dada la robustez de la previsión y la latencia en la respuesta de emergencias, ¿no pecó la agencia meteorológica de conservadurismo al no lanzar el aviso antes? 

"Aemet siempre es conservadora. Es un pequeño equipo de personas que tiene una gran responsabilidad a nivel estatal. Activar un aviso rojo implica una gran movilización de otros organismos: Protección Civil, Fuerzas de Seguridad del Estado, militares...", explica Juan Antonio Salado, meteorólogo y ex de Aemet. "Se espera hasta el último momento antes de activar un aviso rojo", prosigue, poniendo el ejemplo de su propia Jerez este miércoles 30.

"El umbral de nivel naranja era de 80 l/m2 y algunas calles están ya a 110. Cuando se active el aviso rojo, será lo que los meteorólogos llamamos 'aviso observado' porque cataloga lo que ya ha ocurrido". Puede parecer cauto en exceso, reconoce, "pero todos los que hemos estado ahí sabemos que no es tan fácil".

Por otra parte, si España tuviera un sistema de alertas a la población como el de EEUU, ese aviso se transmitiría directamente a la población. "En España nos encontramos con el problema de que el sistema de Protección Civil está delegado en las Comunidades Autónomas. Aemet actúa de forma cauta tratando de evitar lanzar el aviso rojo con demasiada antelación. Lo que tendría que ser más rápido es la cadena que va desde que se activa el aviso rojo al sistema de alerta".

Así es como funciona el mecanismo. "Aemet emite no una alerta, sino un aviso meteorológico. Este aviso es recibido por Protección Civil en cada CC.AA. Y a partir de ahí, cada comunidad establece sus niveles de alerta. No es un sistema rápido para nada, y ya ha habido muchas iniciativas para tratar de implementar una forma mucho más ágil. Está el aviso telefónico, pero nos encontramos con comunidades que lo activan rápidamente y otras que no lo hacen nunca".

Es importante subrayar que si bien los avisos de Aemet y las alertas de Protección Civil son instancias diferentes, sí que han sido consensuadas dentro del plan Meteoalerta para que signifiquen lo mismo. Así, el nivel rojo implica "graves alteraciones de la actividad cotidiana" y la suspensión de desplazamientos que no sean "estrictamente necesarios".

Y aunque los diversos centros de emergencias de toda España reciben de forma cotidiana los avisos con probabilidades y posibles efectos, la emisión de un aviso rojo involucra directamente al Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias (CENEM) de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias (DGPCE).

Pese a reconocer la lentitud del mecanismo, Salado no comparte que Aemet hubiera debido lanzar el aviso rojo con días de antelación como principio de prudencia. "Son fenómenos muy difíciles de predecir. El aviso rojo se suele producir por una tormenta estática como la que se produjo en Valencia, y los modelos te dan la sospecha de que puede ocurrir, no es factible tener la total seguridad 24 horas antes".

Aunque considera que los avisos se "colocaron en el momento oportuno", sí que queda un "debate" digno de abrirse según Salado. Sabiendo el enorme impacto que causaría, ¿no habría merecido la DANA recibir un nombre propio que ayudara a concienciar a la población, como la borrasca Filomena? "Si se trata de proteger vidas, a la gente le da igual que sea borrasca o DANA", reflexiona, lamentando el "tecnicismo". La propia Aemet no es ajena al "debate interno", revela, y es de prever que de este trágico episodio "surjan nuevas modificaciones".