La DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que este martes ha barrido el sur y el este de España ha hecho historia por las peores razones. Se ha convertido en la peor gota fría vivida en la Comunidad Valenciana y ha dejado al menos un centenar de muertos. De todos ellos, al menos 92 fallecimientos se han producido en Valencia, y el resto entre Castilla-La Mancha y Andalucía. Lo cierto es que los científicos llevan años avisando de que el calentamiento del Mediterráneo es "gasolina" para la formación de eventos extremos como esta DANA.
"Estamos ante uno de los peores episodios de lluvias torrenciales en la historia reciente en la provincia de Valencia. Eventos como el de ayer son relativamente habituales en esa zona y en esta época del año, pero en esta ocasión ha habido circunstancias que han hecho que la DANA haya sido especialmente destructiva", explica Samuel Biener, experto de Meteored, en declaraciones a EL ESPAÑOL. "Su avance era bastante lento, lo que ha provocado que las precipitaciones hayan afectado a las mismas zonas durante horas", apostilla.
La otra circunstancia tiene que ver con la temperatura del mar Mediterráneo, que según Biener se encuentra entre 2 y 2,5 ºC por encima de lo habitual en esta época del año "y eso es gasolina de primera para estos eventos". Las altas temperaturas de los mares hacen que exista una mayor humedad en el ambiente por la evaporación de la superficie y ese factor de humedad provoca lluvias más intensas. "Tenemos un Mediterráneo más caliente cada año. A su vez, el planeta se calienta y el aire cálido admite un mayor contenido de vapor de agua", explica Mar Gómez, responsable del área de meteorología de eltiempo.es.
Sin embargo, los expertos sostienen que todavía es pronto para determinar si esta DANA se debe por completo al calentamiento global. "Preguntarse si habríamos sufrido un evento como este en caso de que no hubiésemos tenido cambio climático requiere estudios a posteriori", señala Ernesto Rodríguez Camino, Meteorólogo Superior del Estado y miembro de la Asociación Meteorológica Española a Science Media Centre. "Pero en un contexto de cambio climático, este tipo de fenómenos de precipitaciones intensas y excepcionales, raras, van a ser más frecuentes y más intensos y, por lo tanto, destructivos".
Esto, según señala Biener, ya está sucediendo. "Estos episodios tenían un periodo de retorno de décadas, pero en los últimos años estamos viendo que se están volviendo más frecuentes. De hecho, en las últimas horas nos recuerda a lo que sucedió en Orihuela en 2019, en una zona de la vega baja de la provincia de Alicante", señala el experto de Meteored. Los investigadores, de hecho, llevan años destacando que el mar Mediterráneo, más cálido a cada año que pasa, es un polvorín para los fenómenos atmosféricos más extremos.
Uno de los estudios científicos más contundentes sobre las dramáticas consecuencias del cambio climático fue publicado en la revista Nature en 2018. En él se advertía de que tanto la frecuencia de las gotas frías como su intensidad habían aumentado sobremanera en las últimas décadas. "Nuestros datos indican que, tras corregir por cambios en la exposición a inundaciones, ha habido un incremento anual en el área inundada y el número de personas afectadas desde 1870", puede leerse en el estudio.
No es, ni mucho menos, el único. El Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas también lleva años advirtiendo de que Países como España podrían sufrir en los próximos años eventos cada vez más extremos que tendrán una incidencia importante sobre la población y su actual modo de vida. Según los expertos de este prestigiosísímo grupo, la cuenca mediterránea es uno de los lugares con mayor probabilidad de sufrir no sólo sequías e incendios, sino también inundaciones fruto de eventos meteorológicos extremos como la DANA que ha devorado el Levante español.
Asimismo, hace algunos años la Aemet publicó también un estudio un artículo en el que se preguntaba: "¿Están aumentando la frecuencia o la intensidad de las precipitaciones extremas en el Mediterráneo?". Las conclusiones no podían ser más claras: "Las tendencias encontradas en los extremos de las distribuciones de precipitación apuntan a un aumento en frecuencia e intensificación de las situaciones que provocan lluvias muy fuertes o torrenciales y de extensión significativa en el conjunto del Mediterráneo español".
El área que más se calienta
El calentamiento que sufre la zona del mapa en la que se sitúa España tiene, como apuntan los investigadores, buena culpa de muchos de nuestros males. Según la red Expertos del Mediterráneo en Cambio Climático y Ambiental (MedECC, por sus siglas en inglés), el calentamiento medio futuro de la región mediterránea "superará el valor medio global en un 20% anual y un 50% en verano". Es decir, la cuenca mediterránea se calienta más y más rápido que el resto del mundo. "Es prácticamente seguro que la superficie del mar continuará calentándose durante el siglo XXI, entre 1 y 4 °C según el escenario (emisión baja o alta de gases de efecto invernadero), y es probable que las aguas profundas se calienten más en el Mediterráneo que en otros océanos del mundo".
Estos datos proceden del documento de MedECC Cambio climático y ambiental en la cuenca mediterránea. Situación actual y riesgos para el futuro. En los últimos años, los expertos han acuñado el término medicán para referirse a los huracanes mediterráneos, muy ligados a las altas temperaturas de estas aguas. "No es ni más ni menos que un ciclón mediterráneo con ciertas características de sus hermanos mayores tropicales, pero son más pequeños que los huracanes del Caribe o del Golfo de México", explica Francisco Martín León, meteorólogo de Meteored en este artículo de EL ESPAÑOL.
Los medicanes, según el experto, están muy relacionados con el fenómeno de la gota fría y se suelen desarrollar a partir de una DANA. Los expertos sostienen que estas formaciones se van a ir volviendo cada vez más habituales debido a los récords de temperatura del agua que cada año bate el Mediterráneo. Según el proyecto Mediterranean Sea Surface Temperature de la Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo, la temperatura superficial media del Mediterráneo ha subido 1,4 ºC en los últimos 40 años.