El temporal provocado por la segunda DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) de alto impacto que sufre España en quince días ha pasado su fase crítica. Tras dejar las mayores precipitaciones del episodio durante la tarde-noche del miércoles, el fenómeno se encuentra en proceso de ciclogénesis por el que se transformará en Borrasca Fría Aislada (BFA) frente al Cabo de San Vicente en Portugal, informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Durante la transición, la DANA seguirá moviéndose a menor velocidad hacia el suroeste, lo que provocará según la previsión de Aemet un aumento de la inestabilidad en Andalucía occidental. A lo largo de la jornada del jueves, las precipitaciones más intensas irán desplazándose de Málaga a los litorales de Andalucía occidental y entorno del Estrecho, donde se esperan acumulados de hasta 100 l/m2. Sevilla, Huelva y Cádiz pasarían a ser foco de tormentas.
Estas tormentas también se esperan en el otro extremo de la Península, el litoral de Valencia, que ha pasado de aviso rojo a naranja, pero todavía puede superar los 100 l/m2 en las siguientes horas. "Tanto en el sur como en la costa mediterránea seguiremos bajo la zona de divergencia en altura, la franja propicia para que se generen fuertes aguaceros y tormentas", explica a EL ESPAÑOL Samuel Biener, experto de Meteored. "Combinada con los vientos marítimos que aportan humedad y regeneran las precipitaciones sobre un mismo punto, son capaces de provocar importantes inundaciones".
La transformación en BFA "forma parte del ciclo de vida de algunas DANAs", detalla el climatólogo. La principal diferencia en estas circunstancias consiste en el desarrollo de "una baja presión bien definida en superficie" que irá enviando "sistemas frontales" desde su posición sobre el Atlántico, "más predecibles" que el comportamiento de la DANA aunque sus efectos sean muy adversos. Se prevén así precipitaciones en varias zonas del Mediterráneo, el centro y el cuadrante suroeste peninsular.
Sin embargo, la principal preocupación vuelve a estar en la zona de Valencia y sus alrededores. "En estas últimas horas han predominado los vientos de gregal, por lo que las lluvias más importantes se han concentrado al norte de Alicante y sur de Valencia", explica Biener. "Lo que va a suceder es que el viento va a rolar hacia Levante, mientras la borrasca impulsa una masa de aire cálido hacia la Península. Hay que recordar que el Mediterráneo presenta temperaturas hasta 3 grados y medio más altas de la habitual, lo que va a aportar más energía".
Así, desde esta madrugada, el litoral de Valencia está en alerta por tormentas muy intensas y de lento desplazamiento. "Los modelos de alta resolución muestran registros de más de 200 litros por metro cuadrado de forma puntual", advierte el especialista. "Y esto afecta a algunas de las zonas que han sido castigadas por las riadas. Con el terreno enfangado y las alcantarillas obstruidas, puede ser una nueva catástrofe", lamenta. No obstante, advierte, no se puede descartar que los modelos de mesoescala estén "sobreestimando" la previsión.
Hay otros elementos inciertos que pueden determinar el impacto final. "El grueso de la precipitación caería en la zona de la costa y en el prelitoral, y no tanto en altura, como ocurrió en la zona de Chiva hace dos semanas", añade Biener. Por un lado, eso ayudaría a que las ramblas no sufrieran "crecidas tan importantes" como las del anterior episodio. Por otra parte, ante suelos saturados, una menor precipitación puede provocar nuevos anegamientos.
"Estas situaciones, típicas del Golfo de Valencia, son muy complicadas de predecir. Hablamos de núcleos de carácter que dejan auténticos diluvios y se desplazan de forma muy, muy lenta. Ése es el principal problema", lamenta el climatólogo. "Si estos núcleos descargan en zonas de la Ribera, van a provocar mucho daño, que por desgracia se sumará a lo que sucedió hace dos semanas".
El sábado termina el episodio
En paralelo, informa Aemet, las temperaturas experimentarán una recuperación progresiva a lo largo de este jueves, con un ascenso moderado y generalizado, que puede llegar a ser localmente notable. En Madrid se alcanzará una máxima de 17ºC y en varias capitales se superarán los 20ºC , destacando los 22ºC de Ourense. Durante el fin de semana, se alcanzará los 25ºC en el sur.
El viernes 15, la BFA se mantendrá principalmente estacionaria al suroeste de la Península. La mayor probabilidad de precipitaciones se dará en el cuadrante suroccidental, "principalmente en el extremo occidental de Andalucía", donde Aemet no descarta que los chubascos sean localmente muy fuertes.
"En la vertiente mediterránea, aunque aún podrían darse algunas precipitaciones, estas se darían ya de forma mucho más débil y dispersa", añade la agencia. A partir del sábado, las precipitaciones quedarían restringidas principalmente al extremo occidental peninsular y serían de menor intensidad según los modelos más probables. El episodio se daría así por finalizado.