En 2023, se batieron un gran número de récords de temperaturas. Al próximo año, parecían 'imposibles' de superar, pese a que las previsiones apuntaban a que la tendencia continuaría. Lo cierto es que los registros así lo están demostrando. El pasado noviembre, de hecho, ha sido el más cálido desde que hay registro en la España peninsular, con una temperatura media de 12,4 ºC, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
"Ha roto todas las expectativas", asegura a EL ESPAÑOL Francisco Martín León, meteorólogo de Meteored. Reconoce que el pasado mes de octubre ya se habían registrado muestras de calidez, con una temperatura que superó en 0,9 ºC el promedio normal. Pero es que este mes ha estado 2,8 ºC por encima.
Se trata de una anomalía de temperatura "extremadamente cálida" que "pocas veces" se dan en los registros mensuales. Para encontrar una de las anteriores habría que remontarse a principios de 2020. En febrero de aquel año, la temperatura media fue de 11,5 ºC, un valor que era 3,0 ºC por encima de la media de aquel mes.
Aunque el anterior récord se produjo en 1983 —con 0,5 ºC menos que el actual—, en las últimas décadas se observa un aumento de la temperatura media. Prueba de ello es que más del 50% de los años que tuvieron un carácter "muy cálido" fueron a partir de 2007. Y el del año pasado fue el segudo más cálido de la serie histórica.
Las tendencias indican que finales de otoño y principios de invierno serán más cálidos, como está ocurriendo con el comienzo de diciembre: el primer día de este mes se alcanzaron los 23 ºC en algunos puntos del sur peninsular. Pese a este inicio, a Martín León no le extrañaría que se pudiera batir un récord por temperatura media mensual más baja; teniendo en cuenta sobre todo que se espera la llegada de una masa de aire polar.
Cambio de patrón atmosférico
De ser así, en los últimos tres meses se sucederían récords por precipitaciones, temperatura más cálida y más baja. Al menos en relación con los dos primeros, Martín León no cree que deba resultar extraña esta situación, puesto que va en línea con el cambio de patrones atmosféricos que está ocurriendo en nuestras latitudes: "Las masas subtropicales están ganando terreno, mientras que el chorro polar se está ondulando a consecuencia del calentamiento global".
Para la meteoróloga de Eltiempo.es, Marta Almarcha, las condiciones atmosféricas de octubre y noviembre han sido "muy distintas", por lo que considera que "no pueden compararse": "Cada mes, aunque sean consecutivos, pueden destacar por parámetros distintos".
En el caso de octubre, como ya explicó este mismo periódico, fue el más lluvioso desde 1961, aunque sólo dos observatorios meteorológicos batieron su récord mensual. A la espera de conocer el informe definitivo de la Aemet, Almarcha sospecha que en noviembre se producirá una paradoja similar con las temperaturas: "Las anomalías han sido muy marcadas en algunas estaciones". Por ello el conjunto de los datos ha dado "un resultado extraordinario".
En noviembre, la anomalía de temperatura responde a que no ha habido ninguna irrupción de masa de aire polar "importante". Han predominado las masas de aire de tipo subtropical. También se han producido situaciones de sur, que han provocado un aumento de las temperaturas en amplias zonas de la Península; particularmente, en el norte.
De un extremo a otro
Otra característica de las tendencias climáticas es "pasar de un extremo a otro" en meses consecutivos. Así, si las precipitaciones de octubre representaron el 189% del valor normal, en noviembre (con datos disponibles hasta el día 28) quedaron un 40% por debajo de lo normal, pese a las abundantes lluvias de los primeros días del mes en la vertiente mediterránea.
El portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, ha reconocido que el mes pasado —además de ser "extremadamente cálido"— fue "muy seco", pese a que tradicionalmente es el mes más lluvioso en el conjunto de España, junto a octubre.
Por su parte, Martín León advierte que, aunque los patrones atmosféricos parece ser que tienden a que las masas de aires subtropicales ganen latitud durante los meses de otoño y primavera, el mar Mediterráneo sigue cálido con respecto a sus valores normales. Además, debido a los efectos antropogénicos, hay una tendencia a que el chorro polar tenga una estructura zonal de este a oeste.