Por qué España de repente se ha convertido en la región más lluviosa de toda Europa: "Este marzo va a ser histórico"

El mes de marzo entró con lluvias generalizadas a lo largo de España, superando récords de precipitaciones para esta época del año en algunas zonas. Ocho días después, las lluvias no paran y la previsión es que sigan así durante al menos una o dos semanas más. ¿Qué está pasando?

"Marzo no suele ser el mes que más contribuye a las precipitaciones en España", comenta Francisco Martín León, meteorólogo jubilado y divulgador sobre el clima. "Pero este marzo posiblemente sea histórico, uno de los más húmedos de la historia reciente".

De hecho, en esta primera semana la Península Ibérica ha sido la región europea más lluviosa, solo superada por Noruega, "y este fin de semana y la semana venidera recibiremos una cantidad ingente de agua que parece que ganaremos a los noruegos", apunta.

El pasado viernes 28 de febrero llegaba una borrasca por el suroeste peninsular que descargaba hasta 100 l/m2 en la costa malagueña y bajaba las temperaturas hasta los —5 ºC en el este de Castilla y León. La cota de nieve bajó hasta los 800 metros en algunas zonas.

Poco después, una DANA (acrónimo de depresión aislada en niveles altos) se situaba al norte de las Canarias, dejando intensas lluvias, y alcanzaba la península por el suroeste para continuar con la inestabilidad.

Al comienzo de esta semana, las temperaturas subían pero las lluvias no cesaban, marcando récords absolutos en marzo. Soria reportaba 39,2 mm en 24 horas, la mayor cifra desde 1951, cuando comenzaron a registrarse los datos. Jerez de la Frontera también batía su récord con 71,1 mm, el mayor acumulado en un solo día de la seria histórica, que comenzó en 1946.

La cantidad de agua recibida ha obligado a abrir las puertas de los embalses por temor a que se desborden en zonas tan alejadas como Marbella, Segovia o Murcia, donde municipios como Lorca han vivido inundaciones y el desbordamiento del río Muela ha causado daños en Bullas.

Los embalses de la mitad norte peninsular están por encima del 70% de su capacidad, con Navarra (86,95%) y País Vasco (82,14%) a la cabeza, seguidos de Aragón (79,67%) y Galicia (77,24%).

En los últimos tres días se han registrado los mayores aumentos en los embalses de Alcántara (Cáceres), con una crecida de 54,56 hm3, El Burguillo (Ávila), con 21,01 hm3, o Valdecañas (Toledo), con 20,95 hm3.

La situación continúa con la llegada de la borrasca Jana este viernes, la décima con impacto de la temporada 2024-2025, con avisos amarillos por lluvia o viento (rachas de hasta 100 km/h) en Andalucía, las dos Castillas, Cataluña, Extremadura, Madrid, el norte peninsular y la Comunidad Valenciana, y una cota de nieve que bajará de los 2.000 a los 900 metros.

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Y la semana que viene vendrá un "tren de borrascas" desde el oeste peninsular que continuará con las lluvias y el frío, mientras gran parte de Europa disfruta de un tiempo primaveral.

"Esta semana he estado hablando con mi hijo, que vive en Suiza, y con un sobrino, que está en Alemania, y los dos me han dicho que están haciendo unos días fabulosos", comenta Francisco Martín León.

La causa de la excepcionalidad climática que vive España este marzo —"que no suele ser el mes que más contribuye a las precipitaciones"— se encuentra en dos anticiclones "de bloqueo" que se sitúan en Europa Central y al oeste de las islas británicas, que desvían las nubes hacia la Península.

Nubes que van excepcionalmente cargadas de humedad por una temperatura de la superficie marina muy por encima de lo que es normal en esta época del año.

Anticiclones y bidones de gasolina

Pero vayamos por partes. "Los anticiclones de bloqueo son como guardias de tráfico que dirigen las borrascas. Estos días hemos tenido pequeñas vaguadas en altura, embolsamientos de aire frío, al sur, suroeste y Canarias, y un anticiclón de bloqueo en Centroeuropa, que ha obligado, en su flanco sur, a que se generara un flujo de levante marcado y continuo, llevando humedad, energía e inestabilidad a la zona del levante español".

Es decir, que las nubes que llegaron por el sur no han podido seguir su camino hacia latitudes más altas, "como normalmente ocurre en marzo", descargando todo su contenido a lo largo y ancho de la península.

A esto se le añade un mar Mediterráneo relativamente cálido, "uno o dos grados por encima de los valores normales", producto del cambio climático.

Martín León sostiene que lo que importa es la temperatura relativa: aunque ahora la temperatura no alcance los 30 ºC sino que se sitúe en torno a los 15-17 ºC, al estar más cálida de lo normal el contraste con el aire más frío de la atmósfera hace que las nubes se carguen de más humedad.

"El Mediterráneo se comporta como un bidón de gasolina" para las borrascas en esta situación. "Tienen un potencial de lluvia y viento entre un 10% y un 15% mayor que si no hubiera cambio climático", puntualiza.

Marcos Cebrián CSIC

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Lo mismo ha sucedido con un Atlántico relativamente cálido que ha alimentado las lluvias que han caído sobre Canarias, "y si tenemos una dana, vaguadas de aire frío, embolsamientos en altura, se repite la historia".

Al mismo tiempo que el anticiclón centroeuropeo se ha empezado a debilitar, ha comenzado a formarse otro al sur de Islandia y el oeste de las islas británicas. "Cuando llegan las borrascas desde el oeste, desde Estados Unidos y Canadá, van recorriendo el Atlántico Norte y se encuentran con ese 'murallón' y tienen que irse por el norte o por el sur".

La borrasca Jana optó por el sur, penetrando en la península este viernes por el oeste y atravesándola durante un par de días. Pero eso no es todo. "Detrás viene lo que se llama 'tren de borrascas': van a pasar borrasca tras borrasca por la Península Ibérica obligadas por ese guardia de tráfico pertinaz que es el anticiclón de bloqueo".

Martín León advierte que las lluvias venideras son más peligrosas que las que han pasado porque los suelos ya están muy húmedos, "casi saturados, y va a haber inundaciones en las riberas de los ríos. Vamos a ver los ríos del Sistema Central muy parecidos a los de los Pirineos en el momento del deshielo".

Por eso aconseja, para los próximos días, estar atento a los avisos meteorológicos "y, sobre todo, a los hidrológicos, de subida del caudal de los ríos. Nos van a colocar una manguera encima de la península", afirma de forma muy gráfica.