Los frutos secos son muy calóricos. Incluso los que tienen menos calorías sorprenden cuando se observan sus niveles nutricionales. Sin embargo, en este caso las calorías no están relacionadas con el potencial de estos alimentos para hacernos engordar. Así lo afirman los expertos que, además, aseguran que pueden ayudar a prevenir el sobrepeso y la obesidad.
Las calorías no deberían, en ningún caso, señalar qué alimento es saludable y cuál es pernicioso. De hecho, los frutos secos también tienen grandes porcentajes de grasa en su composición, pero se trata de grasas de calidad. Son de los tipos mono y poliinsaturados y, entre ellos, se encuentran ciertos ácidos grasos esenciales. Es decir, son componentes que el cuerpo debe incorporar porque el cuerpo no los produce por sí mismo.
Destacan también en la composición de los frutos secos el alto contenido en fibra y en ciertos minerales como pueden ser el fósforo o el magnesio. De todas formas, el aporte de estos minerales varía de unos frutos a otros y, de igual manera, sucede con las vitaminas que son muy variadas en este tipo de alimentos.