Ni arroz blanco ni jamón de York: el mito de la dieta blanda para la gastroenteritis
La dieta blanda debe ser más amplia y estar compuesta de todos aquellos alimentos que apetezcan y que se vayan a tolerar.
21 marzo, 2019 03:22Noticias relacionadas
Arroz blanco, jamón de York, un yogur natural y una manzanilla. Estos alimentos siempre han sido el abecé de las personas que cogían una gastroenteritis. Todo con la intención de frenar los desagradables vómitos y diarreas que suelen acompañar a esta infección. Ahora, los médicos comienzan a levantar la voz para decir que no hace falta ser tan estrictos. La dieta blanda clásica no siempre gusta a todo el mundo y, en el caso de la gastroenteritis, es muy importante recuperar cuanto antes nuestra alimentación habitual.
Vicente Baos es médico de atención primaria en el Centro de Salud Collado Villalba-Pueblo y autor del blog de divulgación El Supositorio. Él es uno de los médicos que considera que, con respecto a los vómitos y a las diarreas de la gastroenteritis, existen muchos mitos y prácticas innecesarias. Entre ellos, el galeno destaca las antiguas recomendaciones de hacer dieta líquida durante 24 horas tras uno de estos escatológicos episodios.
La dieta líquida es aquella que evita, a toda costa, los sólidos. Es decir, únicamente se toman ciertas bebidas para recuperar la hidratación del cuerpo. Recuperar los niveles de agua adecuados es importante pero, además, hay que comer. "No tiene ningún sentido restringir la alimentación. Si sientes asco por empezar a comer, tampoco hace falta forzar. Espera hasta que empieces a encontrarte mejor. Pero es importante reengancharse a nuestros hábitos alimenticios lo antes posible".
Las dietas blandas se han utilizado, históricamente, para detener las diarreas. Sin embargo, el nutricionista Julio Basulto también está en contra de ellas. El experto argumenta que no existen evidencias de que las dietas astringentes mejoren la consistencia de las heces ni disminuyen la frecuencia de las deposiciones. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU advierten, además, de que este tipo de dietas no están recomendadas para niños. Sostienen que deberían continuar con su dieta habitual.
Por una dieta blanda variada
Es a la hora de comer cuando empiezan los problemas. Siempre se ha dicho que la leche o las frutas más ácidas, por ejemplo, son malas para este tipo de enfermedades. "No hay alimentos malditos. Es verdad que algunos conllevan digestiones más pesadas que otros. Un ejemplo de estos son las comidas condimentadas, pero a una persona que tiene gastroenteritis, seguramente, no le va a apetecer comer una fabada", explica Baos.
La dieta blanda, en definitiva, es la que se tolera y la que permite ir introduciendo alimentos en el cuerpo de manera temprana. Por ello, dieta blanda debe de ser un concepto más amplio a los cuatro alimentos que siempre se han impuesto en estas situaciones. "¿No te gusta el arroz y prefieres una sopa? Tómala. ¿Quieres añadir unos fideos? Adelante. Lo importante es ir introduciendo alimentos en cantidades progresivas y que no produzcan rechazo en el paciente. No hay que darle excesivas vueltas a qué puedo comer y qué no".
La variedad de productos dentro de la dieta blanda es muy importante para que quien tenga una gastroenteritis no coma a disgusto. "Hay una generación a la que le obligaron a tomar manzanilla cuando se encontraban mal. Muchas de esas personas relacionan esta infusión con los vómitos y, cuando la huelen, sienten arcadas por un reflejo simple". Baos sostiene que la manzanilla es, simplemente, un líquido y que no es mejor ni peor que otros.
Hidratarse o morir
Lo que está claro es que, cuando se padece una gastroenteritis, es muy importante restaurar los niveles de agua del cuerpo. Además, con los vómitos se pierden sales minerales que deben ser repuestas. El nivel de hidratación es especialmente importante en personas mayores y en casos muy agudos de esta enfermedad, porque son más propensos a sufrir una deshidratación.
Lo mejor para recuperar agua y sales minerales es tomar las soluciones de rehidratación orales. Es lo que se conoce también como suero oral hiposódico y se comercializan en sobres cuyo contenido se disuelve en agua. "Se debe mezclar con un litro de agua. Para que entre mejor en el cuerpo, se recomienda que el agua esté fresca y que se beba a pequeños sorbos. Contienen todas las sales y los azúcares que el cuerpo necesita en estos casos".
Baos también se ha referido a ciertos refrescos para deportistas que están extendidos en la sociedad como solución para estos problemas. El médico ha destacado que estas bebidas no son sustitutivas de los sueros en polvo y que no están recomendadas para la gastroenteritis. "En estos casos, lo que nos interesa obtener son sales y estos refrescos tienen pocas. Lo que sí tienen en exceso son azúcares y esto puede agravar la diarrea. Estas bebidas no están pensadas para estos casos, sino para la pérdida de líquidos por la sudoración durante el deporte".
La nutricionista Sara Jiménez también incide sobre la falta de eficacia de estas bebidas en el caso de la gastroenteritis. La deshidratación por la sudoración en el deporte elimina, principalmente, sodio y la que se produce en el sistema gástrico reduce el potasio. Estos refrescos tienen más sodio que potasio, para que sean útiles para los deportistas. Por esta razón, los pocos minerales que contienen no son muy efectivos para esta enfermedad.
Un esquema explicativo
Aitor Sánchez, autor del blog de RTVE Mi dieta cojea, ha elaborado una infografía en la que prevé una dieta blanda variada. En ella, aparecen aceptados algunos productos que siempre han sido considerados como prohibidos en las dietas blandas más puristas. La pasta, los huevos, los purés de legumbres pasados por el chino, el aguacate y las carnes y los pescados blancos son algunos de los alimentos que han sido integrados en esta lista.
De la misma manera, Jiménez también ha defendido el consumo de huevos durante la gastroenteritis. La recomendación que hace la especialista es que se cocinen cocidos, escalfados o la plancha. Cuando se preparan fritos sí que pueden causar digestiones difíciles. Además, también ha aconsejado el consumo de algunos lácteos como quesos frescos y yogures que no contengan azúcares.
Teniendo en cuenta que el jamón de York siempre ha sido uno de los pilares de la dieta blanda primigenia, los vegetarianos y los veganos se encuentran en una complicada posición a la hora de seguirla. Sánchez también les ha dedicado un apartado en su entrada de blog. Para ellos, ha previsto una alimentación que contiene purés de legumbres pasados por el chino, tofu blanco y seitán e, incluso, leches vegetales sin azúcar.
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