De entre todos los mitos que pululan por el imaginario colectivo, el de los los dos litros agua (o los cinco vasos) al día es uno de los más populares. Según esta falsa creencia, todo ser humano que quiera gozar de una buena salud ha de ingerir obligatoriamente tal cantidad de agua, tenga o no tenga sed, caiga quien caiga, y cueste lo que cueste. Y no es verdad. No hay evidencias que apoyen esta teoría.
Aprovechando que el pasado viernes se celebraba el Día Mundial del Agua, Fernando Fabiani (Sevilla, 1975), médico de familia, divulgador y colaborador habitual del programa Saber Vivir, de Televisión Española, volvía a publicar en su cuenta de Twitter un vídeo desmontando esta teoría tan extendida.
"No hay que beber dos litros de agua al día. Eso no hay que hacerlo. Eso no es verdad. Eso es un cálculo que se hizo así a ojo pero que no es exacto ni mucho menos”, dice Fabiani mirando a cámara con su gracejo andaluz. Tal y como explica el médico, esa cantidad de agua diaria “se refiere fundamentalmente a todo el agua que yo tomo a lo largo del día”.
Es decir, cuando ingerimos un caldo de verduras, unas lentejas, o una ensalada de tomate con lechuga, entre otros nutrientes, estamos ingiriendo también agua. "Si me tomo un vaso de sopa, estoy tomando un vaso de agua; si me estoy tomando una crema, si estoy tomando una manzana… todo eso lleva agua. No me tengo que beber dos litros de agua además de lo que como y otros líquidos que bebo", dice el médico en el vídeo.
Desde hace años, distintos investigadores e instituciones han desmontado esta falsa creencia. Desde Heinz Valtin, profesor de Fisiología y Neurobiología de la Dartmouth Medical School en New Hampshire (Estados Unidos), que en 2002 publicó un conocidísimo artículo científico sobre la tan cacareada cuestión, hasta el Instituto de Medicina de Estados Unidos.
Distintos libros de divulgación científica han abordado también el asunto desde distintas perspectivas en los últimos años. J.M. Mulet, profesor de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia, también lo hace en su último libro, ¿Qué es comer sano? Las dudas, mitos y engaños más extendidos sobre la alimentación. "No podemos afirmar que hay que beber una cantidad determinada [de agua]. Tenemos que beber la que necesitemos, que puede ser más o puede ser menos que esos ocho vasos del mito. Y la mejor forma de saber el agua que necesitamos beber es guiarnos por la sed que tengamos", escribe el divulgador.
Así lo asegura también Fabiani en su vídeo. "¿Sabes cuál es la forma más fácil para saber cuándo tienes que beber? Cuan-do-tie-nes-sed. Es un sistema buenísimo que tenemos. Eso es como un termostato pero bueno. Eso es estupendo. Que salvo la gente muy mayor, o los niños muy pequeños, que puede fallar un poquito, en los demás funciona… buah, eso funciona… está en garantía, vamos", finaliza.
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