Si atendemos al Plato para Comer Saludable de Harvard, la herramienta creada por la Escuela de Salud Pública de Harvard para derribar para siempre la pirámide alimentaria tradicional, la mitad de nuestro plato (para comer o cenar) debería estar integrado por frutas y verduras. "Cuantos más vegetales y mayor variedad, mejor. Las patatas y las patatas fritas no cuentan", explican los investigadores de la reputadísima universidad a la par que recomiendan comer "muchas frutas, de todos los colores".
La fruta y la verdura, además, son factores de protección que combaten el sobrepeso y la obesidad. Lo han demostrado decenas de estudios desde los tiempos de Maricastaña. Uno de los últimos trabajos que señala que el consumo de frutas y verduras beneficia la pérdida de peso fue publicado el año pasado en la revista médica británica The BMJ. Las conclusiones son meridianamente claras: "El consumo de frutas y verduras se asoció inversamente con la adiposidad corporal".
Así, por ejemplo, otra revisión publicada en la revista Plos One en 2015, que incluyó a más de 500.000 participantes, decía algo similar: "El aumento de la ingesta de frutas se asocia inversamente con cambios (disminución) en la circunferencia de la cintura". La OMS, de hecho, recomienda ingerir al menos 400 gramos diarios de estos alimentos para prevenir el cáncer, la diabetes, la obesidad y distintas cardiopatías.