Carlos Ríos, autor de Come comida real (Paidós) cuenta con más de 600.000 seguidores en Instagram. A sus 27 años, este dietista-nutricionista, creador del movimiento realfooding se ha hecho tremendamente popular gracias a su actividad en las redes sociales, donde desmonta las supuestas bondades de algunos productos que podemos encontrar en los supermercados.
Su historia con la comida comenzó al terminar la carrera de Nutrición Humana y Dietética y al empezar a trabajar. Hasta su consulta llegaban muchas personas preguntándole por el número de calorías de los alimentos cuando realmente es un aspecto secundario.
¿En qué momento descubres el 'realfood' y te pones a investigar sobre ello?
La gente venía a mi consulta y me decía: "Yo como pocas grasas", "yo como pocas calorías", "intento cocinar con menos grasa o con menos calorías", "intento comer hidratos de carbono cada tres horas". Los pacientes me hablaban de nutrientes. Y esa información no es relevante para llevar una dieta saludable. Al revés, confunde porque en el supermercado podemos encontrar "barritas fitness energéticas con 12 vitaminas y fibra" y en realidad estás comprando un producto ultraprocesado.
En España se tiene la percepción de que llevamos una dieta mediterránea. Eso hace ya décadas que pasó. Con la irrupción de la industria de los ultraprocesados se ha ido desplazando esa dieta mediterránea, que es la comida real.
Pero es que da hasta miedo. ¿Qué podemos comer?
El problema es que, claro, tú entras en el supermercado y el 70% de lo que encuentras allí es ultraprocesado. Puedes tener la impresión de que si eliminas ese 70%, no se puede comer nada. Y eso es falso.
Entonces dices: "¿Qué podemos comer?" Pues podemos comer comida real, la comida que hemos ido abandonando y que mucha gente ya ni conoce: la variedad de legumbres que hay, la variedad de vegetales estacionales que tenemos, pescado, carne, huevos, frutos secos, aceites vírgenes, especias. Hay mucha variedad de comida real. Lo único que tenemos que saber es cómo combinarla.
¿Y qué bebemos?
Para beber, agua.
¿Sólo agua?
Es la bebida por excelencia, en la que debemos basar nuestra hidratación. Agua, independientemente que sea del grifo o no.
Luego podemos ingerir otros líquidos como el café, las infusiones, la leche... El agua que obtenemos de las frutas es otra fuente de hidratación para la población, pero fundamentalmente hay que beber agua.
Entonces, ¿tú sales de fiesta y bebés eso?
Bebo agua con hielo y limón. En una noche de fiesta, ni siquiera te van a preguntar porque van a creer que es un gin tonic.
Puede ser que un viernes por la noche te tomes dos cañas o un vino, vale, entra dentro de tu elección. Lo que no podemos recomendar o decir es que beber alcohol está bien o que beber cerveza es saludable porque no hay evidencia científica. Y sobre todo, los peores ultraprocesados son las bebidas azucaradas. Las bebidas azucaradas van desde los refrescos hasta los zumos con muñecos y personajes para los niños, que también son bebidas azucaradas.
¿El vino es malo?
No es que sea malo, es que no podemos recomendarlo como bueno. Sabemos que abusar de él es malo porque lleva alcohol. Y su consumo está relacionado con un buen número de enfermedades e incluso con los accidentes de tráfico, etcétera. Entonces, no podemos recomendar el vino porque tenga algunos beneficios para tu salud ya que no va a aportar especial beneficio comparado con alguien que no bebe vino.
Otra cosa es decir que tomarte una copa al día te va a generar un perjuicio. Es muy diferente decir que no te va a perjudicar a decir que tienes que beber vino porque va a ser mejor para tu salud.
Hablemos de los 'snacks'. ¿Qué deberíamos comer entre horas? Al final siempre acabamos tomando patatas fritas.
Entre horas recomiendo fruta y frutos secos naturales o tostados, porque fritos o salados ya serían ultraprocesados. Pero luego también podemos comer pepinillos, aceitunas, palitos de zanahoria, palomitas caseras elaboradas en casa sin aceites y sin sal añadida. Los altramuces, los tomate cherry o las legumbres tostadas.
Los ultraprocesados son los reyes por excelencia de los snacks. Se trata de un producto accesible, ultradisponible... Que si una barrita de cereales, que si unas galletitas en bolsita, que si unas patatas fritas. Es que nacieron para eso, para colocarse en comidas que no deberían colocarse.
Antiguamente se desayunaba, se comía y a lo mejor se cenaba. Y ya está. Realizabas grandes comidas que te saciaban y el resto del día estaba a tu cosas. Hoy podemos tener ese ultraprocesado en el bolsillo todo el rato. Podemos estar comiendo comida todo el rato. Bueno, comida, no; un ultraprocesado en el que no se precisa de un cocinado. La comida real hay que cocinarla.
Tú hablas de la real food, y la carne lo es, pero desde hace algún tiempo se ha puesto en entredicho. ¿Qué hay de verdad?
Lo que sucede es que hay muchas carnes que son procesadas.
¿Qué carnes hay que evitar?
Las que suelen estar envasadas, las carnes procesadas: salchichón, mortadela, jamón de York. No tienen un 100% de carne, sino que se elaboran con distintos ingredientes. Yo lo que digo en el libro es que el problema de las carnes se encuentra en cuando desplazan a otros alimentos.
Es decir, si tú comes mucha carne estás dejando de comer otros alimentos que sabemos que son protectores, como la fruta, la verdura, las legumbres, los alimentos de origen vegetal. Si comes todo el día carne o lo haces varias veces al día, estás dejando de consumir otros alimentos que sí que son protectores por los beneficios que tienen.
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