El alcohol, aunque sea en pocas cantidades, ya sea una cañita o una copita de vino, perjudica la salud. Así lo señaló la OMS en un extenso documento titulado Alcohol in the European Union. Consumption, harm and policy approaches. En el mismo se señalaba que “aunque se ha encontrado un pequeño efecto protector entre el consumo ligero y moderado de alcohol sobre las enfermedades isquémicas, su consumo ha de considerarse como enormemente tóxico para el sistema cardiovascular”.
El alcohol, además, engorda. Tal y como contamos en este artículo, un gramo de etanol aporta a nuestra dieta 7 kilocalorías de media. Por lo tanto, cuanto mayor es el volumen de alcohol de una bebida, mayor es su aporte calórico a nuestra dieta. Si tenemos en cuenta que en España consumimos el alcohol destilado mezclándolo con refrescos, el número de calorías se dispara. Así, bebidas como la ginebra, el whisky, el ron o el vodka rondan las 250 kilocalorías por cada 100 mililitros.