El pan jamás había dado tanto de qué hablar como en las últimas semanas. La nueva normativa de este alimento ha puesto en boca de todos que hasta ahora nos la podían estar colando en la panadería o el supermercado. Hasta la entrada en vigor de esta ley el 1 de julio podíamos estar comprado una barra integral, una hogaza de masa madre o un pan de pueblo que realmente no fuesen lo que su propio nombre prometía. Desde este mes las engañifas en los etiquetados se han acabado a golpe de legislación.
Este producto no es un tema baladí en la dieta española teniendo en cuenta que cada ciudadano consumió de media 31 kilos de este alimento en 2018, según el último Informe del Consumo Alimentario que realiza anualmente el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En cada momento del día podemos preferir el pan en una de sus dos versiones más típicas: barra o de molde. Pero, ¿cuál de los dos es más saludable?
"En general el pan de molde suele llevar más azúcar, sal y grasas", responde a EL ESPAÑOL Sandra Sumalla, dietista-nutricionista y decana de Ciencias de la Salud de la Universidad Europea del Atlántico. Pero no siempre es así, aclara la profesora universitaria, "ya que hay opciones en el mercado sin estos ingredientes". "También suele llevar más aditivos, especialmente para alargar su vida útil, aunque son seguros y no tienen por qué afectar a la salud", matiza.
La nutricionista explica que el pan de molde, al ser un pan especial, "tiene autorizados más aditivos que el pan común, especialmente emulgentes, conservantes, gasificantes, antiendurecedores y humectantes (sirve para humedecer)". Además, también puede llevar otros ingredientes como aceites vegetales, leche o mantequilla.
"Hay mucha variabilidad en la formulación, aunque lo más habitual es que incluyan aceite de girasol y azúcar", señala la especialista sobre estos dos ingredientes que no son los más recomendables.
Leer el etiquetado
La especialista califica como "muy importante" revisar el etiquetado para ver exactamente qué ingredientes incluye el pan de molde que queremos comprar, ya que, por ejemplo, "algunos no incluyen azúcar y como grasa añaden aceite de oliva, de manera que sería una versión más saludable del producto".
Pero no debemos olvidar que también hay aditivos autorizados en la típica barra, "de manera que muchos panes, especialmente los de de baja calidad pueden incluirlos sin que lo sepamos, ya que no se venden envasados", destaca la nutricionista.
Eso sí, la profesora universitaria aclara que las cantidades de aditivos que se pueden añadir a ambos tipos de pan están reguladas por ley "para asegurar que son seguras para el consumo y no tienen un efecto perjudicial sobre la salud".
Azúcar en el pan
La especialista explica que tanto el pan de barra como de molde pueden llevar hasta un 3% de azúcar. "Aunque es más habitual encontrarlo en el pan de molde, hay barras de pan con azúcar y pan de molde sin azúcar", señala la nutricionista.
Para Sumalla un pan de calidad, "bien trabajado, no necesita azúcar. Pero cuando se añade se hace con el objetivo de aumentar la velocidad de fermentación, reblandecer la masa, modificar la textura de la miga o alargar el tiempo de conservación".
Más allá de su versión de molde o de barra, a la hora de elegir un buen pan, "la mejor opción siempre van a ser las versiones 100% integrales, ya que aportan los beneficios de la fibra, son más saciantes, aportan más vitaminas y minerales, ayudan a regular el tránsito intestinal", destaca la profesora universitaria. "Por otro lado sería interesante que no incluyesen azúcar en su composición y si llevan alguna grasa en su composición que esta sea aceite de oliva", añade.
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