La quinoa es un pseudocereal con 5.000 años de historia a sus espaldas, cuyo consumo ha ido aumentando progresivamente en popularidad por su interesante perfil nutricional: fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes, sin olvidar la gran fuente de proteínas que representa en comparación a los cereales en general.
Dentro de este alimento existen diferentes colores y texturas, desde la quinoa blanca a la quinoa negra, sin olvidar la llamativa quinoa roja. Esta última destaca, además, por el toque de color que suele otorgarle a los diversos platos en los que se utiliza, sin perder ninguno de los beneficios de la quinoa común. La quinoa roja además era conocida también por Inca Red, dado que era usada por los soldados incas: creían que el dolor rojo les daría fuerza durante las batallas.
La quinoa en general, aunque se considera un "grano integral", es realmente un pseudocereal porque no crece en el pasto como sí lo hacen el trigo, la avena o la cebada. Aún así, se cocina exactamente de la misma forma que estos últimos. Y destaca, además, por ser libre de gluten, por lo que es apta para los individuos celíacos.
La quinoa roja es rica en diversos micronutrientes, además de destacar por su perfil proteico. Por cada 100 gramos de quinoa se obtienen alrededor de 399 kcal, de las cuales casi 17 gramos son proteínas y solo 6 gramos son grasa. Además, contiene alrededor de 150 miligramos de calcio, 13 miligramos de hierro, 250 miligramos de magnesio, casi 400 miligramos de fósforo y más de 900 miligramos de potasio, siendo así mismo rica en vitaminas del grupo B como la tiamina, riboflavina y la vitamina B6.
La quinoa roja, además, destaca sobre otros grupos de cereales precisamente por su potencial proteico, siendo superior al trigo, el arroz o la cebada. De hecho, es uno de los pocos alimentos vegetales que contiene los nueve aminoácidos esenciales, incluyendo la lisina, la cual está ausente en la mayoría de los granos integrales. Por ello, la quinoa en general, y la quinoa roja en particular, se considera una "proteína completa".
Por su parte, la quinoa roja en particular contiene betalainas, compuestos antioxidantes y a su vez responsables del color característico de la misma. Por desgracia, las diversas investigaciones no han analizado el potencial específico de la quinoa roja en particular en cuanto a salud se refiere, sino de la quinoa en general, aunque algunos trabajos si han destacado algunas peculiaridades de la misma.
Importante fuente de antioxidantes
De forma totalmente independiente a su color, la quinoa es una importante fuente de antioxidantes, sustancias que protegen a las células de los daños de los conocidos como radicales libres.
De hecho, en un estudio se investigaron las propiedades antioxidantes de los diferentes tipos de quinoa (blanca, amarilla, roja, violeta y negra), sugiriendo que la quinoa roja tendría la mayor actividad antioxidante. Además, la quinoa roja es particularmente rica en flavonoides, compuestos con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerígenas, más incluso que la típica quinoa amarilla según algunos trabajos.
Por otro lado, este alimento también destaca por su elevado contenido en pigmentos vegetales, los cuales a su vez le otorgan propiedades antioxidantes destacables en comparación a los otros tipos de quinoa. En particular, la quinoa roja destaca por su contenido de betalainas, incluyendo las betaxantinas y las betacianinas. Estos pigmentos destacan por su potencial para proteger al ADN del daño oxidativo, aunque se necesitan más estudios en humanos, dado que de momento tan solo han demostrado potencial en ámbito de laboratorio.
La quinoa y su papel protector para el corazón
Las betalaínas de la quinoa roja, además, también destacan por su papel como protección para el corazón. En un estudio en ratas con diabetes, el consumo de entre 200 y 400 gramos de betalaína por kilogramo de peso corporal demostró reducir significativamente el nivel de triglicéridos, colesterol total y colesterol LDL o "colesterol malo" en la sangre, a la vez que aumentaba el nivel de colesterol HDL o "colesterol bueno".
Estos efectos también se han detectado en estudios con la remolacha, rica en betalaínas. Sin embargo, aún no existen buenos estudios en humanos. Por otra parte, la quinoa roja es un grano integral, algo que la hace particularmente beneficiosa para la salud cardiovascular. Los granos integrales en general han demostrado reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, cáncer, obesidad y muerte por cualquier causa en comparación a los granos procesados.
Así mismo, el alto contenido en fibra de la quinoa roja también otorgaría beneficios a nivel cardiovascular, protección frente a diferentes tipos de cáncer, reducción del riesgo de sufrir diabetes tipo 2, un importante papel para prevenir la obesidad y evitar la muerte por cualquier causa.
La quinoa roja contiene tanto fibra solube como insoluble. Y cada una de ellas otorga diferentes beneficios:
-La fibra soluble absorbe agua, aumentando la sensación de plenitud y por tanto reduciendo el apetito y la ingesta total de alimentos. Además, este tipo de fibra ha demostrado mejorar la salud cardíaca, reduciendo los niveles de colesterol total en general, y colesterol LDL en particular.
-La fibra insoluble, por su parte, ayuda a mantener la salud intestinal, y tiene un importante papel para prevenir el desarrollo de diabetes tipo 2.
Para finalizar, la quinoa destaca por la ausencia de gluten, siendo apta para individuos celíacos. Aún así, cabe recordar que no es aconsejable evitar el gluten si no se sufre celiaquía, dado que en muchas ocasiones las dietas sin gluten suelen ser pobres en fibra, vitaminas y minerales; deben ser dietas adecuadas y solo recomendadas para aquellas personas a las que el gluten les provoca problemas, y no son para todo el mundo. No son dietas "más sanas", sino una alternativa para el 1% de la población mundial que sufre celiaquía. En estos casos, la quinoa puede ayudar, dada su elevada densidad nutricional general.