La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), junto a otras tres organizaciones de consumidores europeas (Dinamarca, Italia y Noruega), ha realizado un estudio para analizar los envases de papel y cartón y la posible transferencia al alimento de sustancias contaminantes provenientes de las tintas de impresión.
La organización advierte que, a pesar de que los fabricantes están obligados a seguir buenas prácticas para impedir que los componentes del material pasen al alimento, pueden producirse migraciones y llegar al consumidor cuando los ingiere.
En concreto, el estudio se centra en investigar si dos grupos de sustancias potencialmente nocivas conocidas (Aminas Aromáticas Primarias o PAA y Fotoiniciadores) están presentes en las tintas de impresión del papel y cartón y, en caso afirmativo, si pueden migrar a los alimentos.
Para ello, entre las cuatro asociaciones de consumidores se han analizado un total de 76 materiales de papel o cartón impresos: 21 de ellos envases en contacto directo con el alimento, como arroz, pasta o pescado congelado, mientras que los otros 55 son platos, vasos, servilletas y otro tipo de materiales que se utilizan en contacto con los alimentos.
El análisis en el laboratorio se ha realizado en dos etapas: la primera, centrada en el propio material de papel o cartón para buscar la presencia de PAA, fotoiniciadores y sustancias relacionadas. La segunda, en los productos en los que se detectaran altos niveles de estas sustancias, se realizó también un test de migración al alimento.
Al no existir actualmente límites legales para estas sustancias tóxicas, los resultados se han evaluado tomando como referencias las recomendaciones del Instituto alemán BfR (Instituto Federal para la Evaluación del Riesgo de Alemania) y la normativa suiza.
13 productos dejan sustancias en el alimento
Según los resultados del primer análisis, 30 productos contienen la presencia de alguna de las sustancias controvertidas en el propio papel o cartón:
Nueve productos contienen PAA: dos bolsas de chucherías, dos papeles para magdalenas, dos tazas de café, unas servilletas de papel, unas pajitas y un envoltorio de pan tostado.
Un total de 21 presentan fotoiniciadores o sustancias relacionadas. Tras someterlos al análisis de migración al alimento, OCU ha medido cantidades superiores a las que marca la normativa de referencia en 6 de ellos: una taza de café, dos vasos y tres envases alimentarios (de pan tostado, pasas y pasta al huevo).
Para OCU, la presencia de estas sustancias pone en duda la seguridad de 13 de los 76 productos analizados (dos de ellos dan positivo tanto en PAA como en fotoiniciadores).
La Organización de Consumidores no puede aconsejar evitar un tipo de producto en concreto, ya que estas sustancias aparecen repartidas por todo tipo de productos y países.
Aun así, la Organización indica que muchos de los artículos con altos niveles de PAA han aparecido en los desechables (vasos, platos, pajitas…), algunos usados fundamentalmente por niños.
Por eso, y con el fin de evitar problemas medioambientales y de salud, la Organización de Consumidores recomienda utilizar preferiblemente platos y vasos duraderos frente a los de usar y tirar.
Ante esta situación, OCU urge una normativa de seguridad, que permita evaluar el riesgo de ciertas sustancias presentes en materiales en contacto con los alimentos, ya que actualmente no existen normas de seguridad europeas para papel o cartón destinados a alimentos ni para las tintas que se utilizan en impresión.
Aunque cada sustancia por sí misma no representa un riesgo para la salud, sí contribuye al aumento de la exposición química global.
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