Muchas veces nos sobra pizza, la guardamos en su caja y la dejamos para el día siguiente, pero a muchos no les gusta fría y se empeñan en calentarla en el microondas. Otros quizá piensen que la mejor forma sea recalentarla en el horno, pero lo único que consiguen así es una porción blanda poco agradable para el paladar de los amantes de la pizza.
Los estadounidenses -que son los mayores expertos en comida rápida- han encontrado el método ideal para recalentar la pizza y que nadie vuelva a tener esa sensación de estar comiendo un trozo de chicle. Según Fox News y Usa Today el método perfecto es calentarla en una sartén.
Este método comenzó a ser tendencia en la comunidad online Reddit, cuando miles de usuarios abrían hilos extensos sobre la cuestión, y desde entonces los amantes de la pizza del día después no usan otra técnica.
Para ello solo necesitas una sartén antiadherente. Coloca sobre ella la porción fría y caliéntala a fuego medio durante un par de minutos. Para conseguir una mayor jugosidad añade unas gotas de agua a la base de la sartén, no directamente sobre la pizza, y cúbrela con una tapa durante unos minutos más. El agua creará vapor y conseguirá derretir el queso sin sacrificar la base crujiente de la pizza.
Muchos suelen tomar la pizza los domingos por la mañana como desayuno, tras una noche movida, y quizá este método les puede parecen demasiado trabajo. Si eres de esos quizá debes considerar tomar la pizza fría.
Esta es la mejor opción si lo que quieres es no alterar su gusto. Aunque si lo que quieres es potenciar su sabor la web americana Taste of Home recomienda añadir aderezos como salsa barbacoa, pollo o especias.
¿Envasada o a domicilio?
¿Qué es mejor para la salud: pedir la pizza a domicilio, comprarla envasada en el supermercado o remangarnos y prepararla nosotros mismos en casa? José Miguel Mulet, doctor en Bioquímica y profesor de Biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia, considera que prima la cantidad sobre la calidad. "Nutricionalmente, probablemente sean mejores que las de los restaurantes a domicilio, por ser las raciones más pequeñas".
La directora técnica de la clínica Alimmenta Juana María González coincide con este análisis, pero lanza una advertencia previa: "Yo no recomendaré nunca las pizzas precocinadas, es preferible que el consumidor se haga la pizza en casa". ¿Los motivos? "Las precocinadas tendrán más grasas, aditivos como emulgentes, texturizantes, correctores de acidez (...) Todo esto nos lo podemos ahorrar", defiende esta nutricionista de Barcelona.
¿Y cuál sería la ración recomendada por los expertos? "Cuanto menos mejor, una o dos veces al mes como mucho", aclara Mulet. En cambio, Juana María González considera que no es práctico calcularlo por períodos de tiempo sino por cantidades consumidas. "La ración recomendada se situaría en torno a los 120 o 180 gramos". Es decir, en torno a un tercio o un cuarto de pizza.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) organiza periódicamente una lista con los mejores productos de pizzas precocinadas que existen en el mercado. La base de la marca blanca de Carrefour es el producto mejor parado según Crónica Global. Le sigue Casa Tarradellas con una puntuación de 6 sobre 10, la mejor masa precocinada según Pino Prestanizzi de la trattoria Briciola para El Comidista.
A la cola se encuentran las marcas de Campofrío, Módena, Eroski o Auchan por su exceso de contenido en sal y la potencial presencia de determinadas bacterias que no son benignas para la salud.
"Ninguna de ellas es recomendable para una dieta equilibrada", afirma Mulet, "aunque puntualmente tampoco es muy grave. Objetivamente no son productos tóxicos y las empresas anuncian el contenido nutricional. Es responsabilidad del consumidor ver la cantidad de grasas y azúcares que se mete en el cuerpo con una de estas pizzas", añade.
"En el etiquetado se ponen mensajes genéricos sobre alimentación y hábitos saludables", opina en contraposición González. "Nunca van a poner algo como 'al consumir la pizza entera puede aumentar el riesgo cardiovascular' porque en realidad si mantienes una dieta equilibrada esto tampoco sería verdad".
E insiste: "Si tú respetas la ración [de entre 100 y 180 gramos], podría entrar dentro de tu dieta habitual". Ambos nutricionistas aconsejan acompañar el cuarto de porción con una ración de verduras, como por ejemplo una ensalada.
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