Más de 50 personas se encuentran ingresadas, cuatro de ellas en la UCI, en distintos hospitales de Andalucía por un brote de listeriosis provocado por el consumo de carne mechada en mal estado que la Junta de Andalucía no ha sido capaz de atajar por el momento. En total, más de 100 personas se han visto afectadas -entre ellas, 18 embarazadas- por esta enfermedad potencialmente peligrosa causada por la Listeria monocytogenes, un microorganismo especialmente temido en la industria alimentaria que se encontraba en varios lotes de la marca La Mechá.
Lo peor de todo es que el problema puede ir a más. Aunque el brote de listeriosis tiene su epicentro en Andalucía, no se descarta que puedan darse más casos en otros puntos del país como Madrid o Extremadura ya que, según la Junta de Andalucía, Magrudis, la compañía que comercializa la carne mechada, también distribuyó en estas comunidades este producto. Facua ha pedido este lunes que se declare la "alerta nacional". Según la organización de consumidores, la retirada del producto de las grandes superficies puede no haber sido una medida suficiente debido a que la carne también fue distribuida en en pequeños locales de hostelería.
Pero, ¿qué es la listeriosis? ¿cómo podemos desarrollar esta enfermedad? ¿cuáles son sus síntomas? Y lo más importante, ¿cómo podemos evitar la contaminación? Lo cierto es que las infecciones por Listeria monocytogenes no han sido demasiado habituales hasta hace unos años, cuando han empezado a contabilizarse cada vez más casos. De hecho, según un estudio del Instituto de Salud Carlos III, entre 1997 y 2015 se han contabilizado más de 5.500 casos en nuestro país, llegando a acabar con la vida de 70 personas en este último año.
Tal y como explica el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades, la enfermedad suele afectar fundamentalmente a mujeres embarazadas, recién nacidos, personas mayores y personas con el sistema inmunitario debilitado. "Es una enfermedad leve para las embarazadas, pero causa una enfermedad grave en el feto o el bebé recién nacido. Los adultos de 65 años y mayores, y las personas con el sistema inmunitario debilitado contraen infecciones graves del torrente sanguíneo (lo que causa septicemia) o el cerebro (que provoca meningitis o encefalitis)". Los síntomas pueden aparecer hasta cuatro semanas después de comer el alimento contaminado.
Muy peligrosa para embarazadas
Esta infección, que en personas sanas puede causar fiebre, diarrea, dolor de cabeza o pérdida de equilibrio, se torna mucho más grave en el caso de las mujeres en estado de gestación. Pese a que éstas puede que sólo presenten síntomas fiebre y síntomas similares a los de la gripe, "la infección durante el embarazo puede causar aborto espontáneo, muerte fetal, parto prematuro o infecciones potencialmente mortales en el recién nacido". De hecho, Facua ha denunciado que ya han tenido lugar dos abortos a consecuencia de este brote, un hecho que primero negó la Consejería de Salud y que ahora investiga.
La listeria es un microbio especialmente peligroso para la industria alimentaria ya que, pese a someter a sus productos a exigentes controles, es capaz de sobrevivir a condiciones especialmente extremas. "Cocinar a temperaturas superiores a 65ºC mata a las bacterias. Sin embargo, la Listeria puede contaminar los alimentos tras su elaboración (por ejemplo, la contaminación puede ocurrir después de que los alimentos se cocinen pero antes, pero antes de envasarlos)", advierte la Agencia Española de Consumo y Seguridad Alimentaria (Aecosan).
La carne no es el único alimento susceptible de ser infectado. El queso fresco, los germinados, los pescados o mariscos ahumados, y las carnes procesadas son sus productos preferidos. Así, la Aecosan remarca es es "especialmente importante seguir buenas prácticas de fabricación, prácticas correctas de higiene y el control efectivo de la temperatura en toda la cadena de producción, distribución y almacenamiento de alimentos, incluso en el hogar".
De igual forma, a nivel individual, lavarse las manos con agua y jabón, comprobar que el frigorífico está siempre a una temperatura menor a cuatro grados centígrados, o mantener separados los alimentos crudos de los cocinados suelen ser medidas efectivas contra la Listeria. También conviene tener siempre limpios utensilios de cocina que hayan sido utilizados para cortar carnes o ahumados.