Amigos brindan con refrescos.

Amigos brindan con refrescos. Pixabay

Nutrición

Coca-Cola en la cuarentena: el riesgo para la salud del consumo excesivo de refrescos

El consumo de más de dos refrescos al día se asocia a un mayor riesgo de obesidad, pero también de enfermedades cardiovasculares y hepáticas.

30 marzo, 2020 20:09

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Se trata de un estudio publicado en la revista JAMA en septiembre del año pasado, pero que vuelve a estar de actualidad tras el estado de alarma sanitaria decretado por los gobiernos de gran parte del mundo. La razón: en un momento en que la práctica deportiva es más difícil que nunca, cuidar la alimentación cobra todavía más importancia que antes.

El drama de la cuarentena a la hora de hacer ejercicio es algo que preocupa a los médicos y a la sociedad. En estos días, se publican numerosos consejos sobre cómo poder cumplir con las recomendaciones de actividad física de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que van desde Apps que ayudan a moverse en un espacio muchas veces reducido a una sugerencia de instrumentos que pueden ayudar a montar un gimnasio en casa

Pero la realidad es el exceso de tiempo que tienen las personas que no pueden teletrabajar no siempre se acompaña de unas ganas locas de moverse, si esto encima supone complicaciones. Es más normal que lo que apetezca sea hacer el ejercicio de levantarse e ir a la nevera, donde los refrescos suelen ser presencia habitual. 

El trabajo liderado por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) asociaba el consumo de más de dos refrescos al día con un aumento negativo en las estadísticas en lo que se refiere a diversos parámetros de salud.

El trabajo es importante por su magnitud, ya que se analizaron datos de 452.000 hombres y mujeres de 10 países europeos, incluido España. Esta es su principal fortaleza, mientras que el propio diseño es su principal debilidad: al tratarse de un estudio observacional, no se puede establecer una relación de causa - consecuencia. 

Los datos dejaron claro que beber dos o más vasos de refresco al día -en comparación con menos de un vaso al mes- aumentaba el riesgo de mortalidad por todas las causas. 

Uno de los datos que más llama la atención, es que la asociación se establece igual con refrescos azucarados que edulcorados. Además, de una mayor mortalidad por todas las causas, el estudio desveló mayor riesgo de mortalidad por enfermedades circulatorias y por patologías digestivas. Por el contrario, no se observó asociación entre el consumo de refrescos y un mayor riesgo de muerte por cáncer

En cualquier caso, que los refrescos -sobre todo los azucarados- no son buenos en el contexto de una alimentación saludable no es algo nuevo ni que nos deba sorprender. Además de obesidad, su consumo se asocia al colesterol elevado,  problemas cardiovasculares y a un mayor riesgo de hígado graso

En una revisión llevada a cabo por el investigador M. Faadiel Essop y sus colegas de la Universidad de Stellenbosch (Sudáfrica), publicada por la revista Journal of the Endocrine Society, se tuvieron en cuenta tanto ensayos clínicos como estudios observacionales y se analizaron investigaciones de hasta septiembre de 2017.

Según los científicos, algunos de los estudios daban resultados contradictorios o una evidencia insuficiente para vincular las bebidas azucaradas con las enfermedades cardiometabólicas. Sin embargo, en la mayoría de ellos sí se relacionaba de forma clara el consumo de refrescos con el aumento del riesgo de desarrollar enfermedades este tipo de enfermedades.

En general, según los autores, hubo una significativa relación entre el consumo de refrescos y el denominado síndrome metabólico (una cintura ancha, un alto nivel de triglicéridos en sangre, niveles bajos de colesterol HDL o 'bueno', azúcar elevado en sangre y presión arterial elevada).

De forma más específica, los autores confirman que el consumo de un refresco al día aumenta el riesgo de hipertensión. Asimismo, el consumo de dos refrescos a la semana también aumentaría el riesgo de padecer diabetes tipo 2.

Además, tomar refrescos de forma regular o bebidas azucaradas disminuye hasta un 17% la sensibilidad a la insulina, algo que explicaría los elevados niveles de azúcar en sangre de los individuos que consumen estas bebidas.

Aun así, los investigadores afirman que la comprensión actual sobre la relación entre las bebidas azucaradas y el síndrome metabólico en general es limitada, y aún serán necesarias más investigaciones, pues creen que existen muchas limitaciones en  la investigación actual sobre el tema.