Comer pistachos ayuda a los pacientes prediabéticos a ralentizar el envejecimiento celular, según ha revelado un estudio de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona (URV).
La investigación, que ha sido dirigida por la nutricionista Mónica Bulló, se ha llevado a cabo con un total de 49 adultos con una predisposición a padecer diabetes.
El trabajo ha demostrado que "la ingesta de este fruto seco tiene efectos beneficiosos en la pérdida de telómeros y en el envejecimiento celular en pacientes prediabéticos", ha explicado la investigadora.
Los telómeros son las tapas protectoras que hay en la parte final de los cromosomas, sus funciones son la estabilidad e integridad de los cromosomas y actúan como reloj para controlar la cantidad de repeticiones que puede alcanzar una célula.
La importancia de los telómeros para la salud radica en que su acortamiento o pérdida es reconocida como una de las características del envejecimiento.
Algunos de los factores que pueden contribuir a reducir la tasa de pérdida son el estilo de vida, la dieta saludable y el ejercicio físico, ya que el estrés, el sedentarismo y una alimentación inadecuada puede acelerar la pérdida.
La principal novedad del estudio de Mónica Bulló es que es el primero que analiza el efecto del consumo de este fruto seco en las medidas de envejecimiento celular: daño oxidativo al ADN, longitud de los telómeros y expresión de enzimas que protegen contra la pérdida de telómeros.
En el estudio participaron un total de 49 adultos españoles con prediabetes quienes, tras seguir una dieta saludable durante dos semanas, se dividieron en dos grupos: uno que incluyó 56,6 gramos de pistachos al día en su dieta a lo largo de cuatro meses, mientras que el otro grupo (grupo de control) siguió la misma dieta, pero no incluyó el fruto seco.
Posteriormente, se intercambiaron las dietas de los dos grupos y el daño del ADN se midió a partir de una muestra de plasma al comienzo y al final de cada período de intervención.
El estudio pone de manifiesto cómo el daño en el ADN fue menor en el grupo que consumió la dieta con pistachos, y si bien la longitud de los telómeros se mantuvo igual en ambas dietas, la expresión de la telomerasa, la enzima que ayuda a proteger contra la pérdida de telómeros, fue mayor tras la ingesta de este fruto seco.
Bulló ha puntualizado que el estudio se llevó a cabo exclusivamente con personas con prediabetes, por lo que se desconoce si los pistachos tendrían beneficios similares en personas sanas o personas con diabetes.
"Reducir el daño oxidativo al ADN y proteger contra la pérdida de telómeros mediante la dieta puede ser una forma interesante de promover la salud, revirtiendo ciertas consecuencias metabólicas perjudiciales de la prediabetes", ha afirmado la nutricionista.