Las verduras son alimentos imprescindibles para la (buena) salud de las personas y, sin embargo, su consumo en España está lejos de ser el que debiera. Según el Plato para Comer Saludable de Harvard, creado por la Escuela de Salud Pública de la prestigiosa universidad para desterrar de una vez por todas las tradicional pirámide alimentaria, los vegetales deberían formar parte (junto con las frutas) de todos y cada uno de nuestros platos. ¿En qué cantidad? Pues justamente la mitad de cada una de las raciones.
"Incorporar frutas y verduras a la dieta diaria puede reducir el riesgo de algunas enfermedades no transmisibles, como las cardiopatías y determinados tipos de cáncer", explica la Organización Mundial de la Salud (OMS). "También existen algunos datos que indican que cuando se consumen como parte de una dieta saludable baja en grasas, azúcares y sal (o sodio), las frutas y verduras también pueden contribuir a prevenir el aumento de peso y reducir el riesgo de obesidad añade".
Sin embargo, es cierto que no todas las verduras son iguales desde el punto de vista nutricional. Por ejemplo, la lechuga iceberg, una variedad que ha sido tradicionalmente denostada y criticada en nuestra gastronomía, es una de las lechugas menos ricas nutricionalmente y con un menor contenido de vitaminas y minerales. He aquí cinco de las más ricas.