Pese a lo que piensa el común de los mortales, las castañas no son frutos secos. Lo contaban hace unos días en la cuenta de Alimentología Cruda, un conocido blog de divulgación en materia de nutrición. "Aunque se se les asignan frutos secos, difieren excesivamente nutricionalmente del resto al contener una proporción muy alta de carbohidratos (44%) y de agua (53%), y una proporción mucho más baja de grasa y proteínas (un 3% en total, aproximadamente)", explicaban.
Así, por ejemplo, si acudimos a un fruto seco como puede ser una almendra, encontramos que el contenido de hidratos de carbono apenas asciende al 3,5%, que el porcentaje de agua no llega al 9% y que, en cambio, su contenido en grasas (53,5%) y en proteínas (20 gramos) es mucho mayor que el de las castañas.