El desayuno es, desde que el mundo es mundo, una de las comidas más importantes del día. Al menos eso es lo que hemos creído durante mucho tiempo. Sin embargo, esta idea carece de evidencias científicas. Distintos estudios y trabajos de investigación han demostrado que desayunar no sólo no es imprescindible para nuestro día a día, sino que, además, tampoco sirve para adelgazar. Es decir, el desayuno no consigue que lleguemos más saciados al resto de comidas y, al final, acabamos ingiriendo una mayor cantidad de calorías.
La industria no sólo ha conseguido grabarnos a fuego la importancia de tomar un vaso de leche con Cola Cao, cereales y/o galletas, sino que además nos han llevado a creer que ingerir grandes cantidades de azúcar de buena mañana es necesario para el buen funcionamiento de nuestro cerebro. Es falso. De esta forma, llevamos años tomando toda una serie de alimentos que no sólo favorecen el sobrepeso, sino que además perjudican la salud.