Los huevos en el desayuno se están convirtiendo en un must, eso sí, siempre que tengamos tiempo y sobre todo si lo hacemos fuera de casa. ¿Quién no se ha echado un par de huevos para desayunar en un hotel de playa? En España, no era habitual incluir este alimento en el desayuno, sin embargo los ya conocidos beneficios del huevo podrían impulsar también a tomarlos de buena mañana como es habitual en muchos países extranjeros. Pero ¿realmente es saludable tomarlos para desayunar? ¿Ayudarían a adelgazar?
Si esto es realmente así, ¿cuántos huevos podríamos tomar y de qué forma tendríamos que cocinarlos? Según explica la Fundación Española de Nutrición (FEN), los huevos son bajos en calorías, combaten la anemia y tienen un gran aporte vitamínico e incluyen vitaminas de los grupos A y B.
La recomendaciones nutricionales hablan de incluir 3 o 4 huevos semanales en nuestra dieta aunque sabemos que siete o más a la semana no son malos para la salud: ni hay más riesgo de mortalidad ni de enfermedades cardiovasculares. Incluso todo lo contrario. Tal y como apuntaba un reciente estudio, tomar uno al día puede protegernos de padecer un infarto.
Según informa en su web la Fundación Española del Corazón (FEC), en el caso de sufrir sobrepeso se debe incluir este alimento en la dieta preferentemente cocido o pasado por agua; si se padece de trigliceridemia (exceso de triglicéridos en la sangre) se debe restringir el consumo de yemas y decantarse mejor por las claras; y si se tiene el colesterol alto, se pueden tomar 2-3 huevos completos (clara + yema) o bien 2-3 yemas y 4-5 claras a semanales.
Sea cuando sea, en la comida, en el desayuno o en la cena, lo más saludable y recomendable es que los huevos se tomen siempre duros, a la plancha, al horno, escalfados o incluso revueltos.
¿Por qué incluirlos en el desayuno?
Según explica a EL ESPAÑOL Laura Arranz, doctora en Alimentación y profesora de la Universidad de Barcelona, el huevo es una fuente importante de proteína e incluir una proteína en el desayuno siempre es una buena idea para que tengamos una buena vitalidad y un buen estado de ánimo durante todo el día.
Además, el huevo, por su contenido nutricional en todo su conjunto, es un alimento muy saciante, por lo que incluir, por ejemplo, un lácteo, una tostada y un huevo hace que el desayuno sea una comida muy saciante e indirectamente, nos ayuda a regular el apetito que podamos tener durante la mañana, hasta la hora de la comida. "En el caso de las personas que están haciendo dieta viene muy bien porque se evita el picoteo entre horas y el apetito está, por tanto, mucho más controlado", apunta la profesional.
Si se quisiera desayunar todos los días un huevo, no pasaría absolutamente nada porque como hemos visto antes se puede tomar un huevo cada día (salvo en las excepciones que ya hemos comentado y si hay indicaciones por parte de los médicos), siempre y cuando, eso sí, se lleve una dieta variada y equilibrada.
"Si por ejemplo nos apetece tomar un huevo entero en la cena, pero en el desayuno también queremos incluirlo, podemos usar en vez del huevo entero, solo la clara: es decir, en el desayuno, en vez de hacer una tortilla o un revuelto con el huevo entero lo hacemos sólo con la clara", expone Arranz. Lo más saludable, añade, es que el huevo se cocine a la plancha: huevo cocido, a la plancha, en modo de tortilla, etc. El huevo frito se puede tomar siempre y cuando se haga a la plancha y con poco aceite, hecho de esta forma sí sería una opción saludable.
El desayuno ideal, según expuso recientemente la FEN en el Día Nacional del Desayuno -celebrado el pasado 13 de febrero- debe estar compuesto, y así lo marcan las recomendaciones nutricionales, de una bebida (fundamentalmente lácteos o bebida combinada con ellos), alimentos del grupo de los cereales y derivados y fruta. Sin embargo, sólo el 13,5% del 90% de las personas que dicen desayunar todos los días hacen un desayuno realmente completo y saludable.
"Cuando realizamos un desayuno incompleto o lo omitimos, llegamos a la siguiente ingesta con más apetito y, por tanto, se corre el riesgo de ingerir más calorías de las necesarias y desembocar en una dieta hiperenergética y peor densidad nutricional", asegura la FEN. Por tanto, para que un desayuno sea realmente bueno y saludable no bastaría con tomar solo un huevo y el café o la leche. Es decir, tomar sólo un huevo en el desayuno no es saludable ni recomendable. "Lo ideal es se complemente con los demás grupo de alimentos que debe tener un buen desayuno", concluye Arranz.
Sin embargo, no toda la ciencia piensa como la FEN y diversos estudios en el campo de la nutrición han desmentido que el desayuno sea imprescindible ni la comida más importante del día.