A muchas personas se les ha ocurrido durante la cuarentena explorar la afición de la repostería. En este período hemos visto agotarse la levadura en los supermercados y es que es uno de los ingredientes del plato más demandado de este confinamiento: el bizcocho casero. El problema de esta delicia es que se trata de un producto poco saludable y que favorece la ganancia de peso.
No hay dudas de por qué el bizcocho engorda. Para prepararlo echamos una buena cantidad de mantequilla, pero también de azúcar. Este último ingrediente es uno de los más perseguidos por los expertos en Nutrición en los últimos años. Se ha asociado con enfermedades cardiovasculares y metabólicas, además de con la famosa aparición de caries en los dientes.
Además, la harina refinada, que es uno de los principales ingredientes para esta receta, tiene un alto índice glucémico. Es decir, que eleva los niveles de glucosa en sangre creando picos. Este problema crea los mismos problemas para la salud que el azúcar y, por eso, es mejor utilizar harinas integrales, que incorporan la fibra del cereal y rebajan el índice glucémico.
En cuanto al azúcar podemos utilizar otros alimentos que lo sustituyan y que añadan dulzor a este alimento. En este sentido, los alimentos vegetales como las frutas y los frutos secos son ingredientes especialmente interesantes porque añaden nutrientes saludables y efecto saciante, que evita que hagamos un sobreconsumo de calorías. De todas formas, existen 5 ingredientes especialmente adecuados para endulzar el bizcocho casero de manera saludable.