La sobrehidratación puede tener efectos negativos.

La sobrehidratación puede tener efectos negativos. Pixabay

Nutrición

Éstas son las 5 señales que indican que te has pasado bebiendo agua

Si se consume agua en exceso puede aparecer una sobrehidratación con consecuencias negativas para el organismo. 

15 mayo, 2020 03:03

Noticias relacionadas

Los nutricionistas no dejan de repetir que beber suficiente agua es esencial para que nuestro organismo funcionen correctamente. Y tienen razón, pero si se consume demasiada puede aparecer una sobrehidratación con consecuencias negativas. Esta situación puede tener su origen en la falsa creencia, desmontada por la ciencia, de que hay que beber dos litros de agua al día para estar sano. Este mito, ampliamente extendido, no tiene en cuenta el agua que se ingiere a través de los alimentos, lo que lleva a algunas personas a no separarse en todo el día de la botellita.  

"Si me tomo un vaso de sopa, estoy tomando un vaso de agua; si me estoy tomando una crema, si estoy tomando una manzana… todo eso lleva agua. No me tengo que beber dos litros de agua además de lo que como y otros líquidos que bebo", según explicó Fernando Fabiani, médico de familia y divulgador. Desmontada la idea de los ocho vasos de agua al día para gozar de una buena salud, ¿cuál es entonces la cantidad adecuada? Según los expertos, lo ideal es beber lo que cada organismo necesite, que puede ser más o puede ser menos que esos ocho vasos, y el mejor indicador es la sed. 

Aclarado esto, ¿le puede pasar factura al organismo un consumo excesivo de agua? Lo cierto es que sí. Beber demasiado es una de las causas que puede provocar hiponatremia. Se produce cuando la concentración de sodio en la sangre es anormalmente baja. El sodio es un electrólito que ayuda a regular la cantidad de agua que hay dentro y alrededor de las células. Cuando esto sucede, los niveles de agua del cuerpo aumentan y las células comienzan a hincharse lo que puede provocar desde problemas leves hasta poner en riesgo la vida, según informa en su web la Mayo Clinic, entidad dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, con sede en EE.UU. 

Cuando se realizan actividades físicas intensas, como maratones y triatlones, se pierde sodio a través de la sudoración. Si además se bebe demasiada agua se ayuda a diluir el contenido de sodio en la sangre. En estos casos, la sobrehidratación puede producir presión intracraneal, cefaleas, náuseas, vómitos, y llegar a causar convulsiones, coma e incluso la muerte. En los años 80 se informó de los primeros casos de deportistas fallecidos a causa de hiponatremia. En los últimos años, con el auge de carreras populares, se ha registrado esta dolencia entre deportistas no profesionales. 

A continuación cinco señales para detectar si se está consumido demasiada agua:

Beber cuando no se tiene sed. "Para cualquier persona sana, la sed es una guía adecuada para tomar agua, excepto para los bebés, los deportistas y la mayoría de las personas enfermas y ancianas. En estos casos conviene programar momentos para ingerir agua", según explica en un artículo la Federación Española de Sociedades de Nutrición y Dietética. Por tanto, la sed es el monitor individual de cada cuerpo que permite saber si se necesita más agua. Así, beber incluso cuando no se tiene sed es la primera señal de que se está ingiriendo más líquido del necesario. 

Espasmos o calambres musculares. Según explican desde la Mayo Clinic, cuando se bebe en exceso los niveles de electrólitos disminuyen, lo que puede causar una serie de síntomas desagradables como espasmos musculares y calambres. Una medida preventiva ante actividades deportivas intensas es consumir sodio durante el ejercicio. Los atletas solo deben ingerir la cantidad de líquido que pierden en la transpiración, algo que para los deportistas principiantes puede ser algo complicado de medir. Por tanto, es aconsejable consultar a expertos antes de la prueba.

Nauseas. Los síntomas de la sobrehidratación se parecen mucho a los de la deshidratación, según explica Tamara Hew-Butler, profesora de ciencias del ejercicio en la Universidad de Oakland en Rochester, en la web The Healthy. Cuando se bebe demasiado, los riñones son incapaces de eliminar el exceso de líquido y el agua comienza a acumularse en el cuerpo. Esto puede causar náuseas, vómitos y diarrea. 

Dolor de cabeza. El exceso de agua también reduce la concentración de sal en la sangre, lo que hace que las células de los órganos se hinchen. En el caso del cerebro, este aumenta de tamaño y presiona contra el cráneo. Esta presión es la que puede causar dolor de cabeza. En casos extremos pueden aparecer problemas más graves como una rápida inflamación cerebral, que puede provocar un coma y la muerte.

Fatiga. Los riñones son responsables de filtrar el agua que se bebe y de que los niveles de líquido en el torrente sanguíneo se mantengan equilibrados. Cuando se ingiere en exceso, los riñones tienen trabajar más, lo que produce una reacción estresante en las hormonas que deja al cuerpo fatigado. La sed y el color de la orina suelen ser los mejores indicadores de cuánta agua se necesita. Si no hay sed y la orina es de color amarillo pálido, es posible que se esté bebiendo la cantidad suficiente de agua.