Históricamente, el consumo de carbohidratos en general, y los excesos en particular, han sido vistos como causa o detonante de la diabetes mellitus tipo 2. En teoría, los hidratos de carbono provocarían una resistencia a la insulina, la hormona responsable de procesar y "dar la orden" de absorber la glucosa sanguínea en el organismo humano. Si existe resistencia, se producen aumentos drásticos de azúcar sanguíneo, un proceso que a largo plazo desemboca en la conocida como diabetes de tipo 2.
Sin embargo, ahora se sabe que esta descripción del proceso es simplista. Existen muchos factores a tener en cuenta para acabar desarrollando esta enfermedad metabólica, más allá de señalar a un único macronutriente como son los hidratos de carbono y los azúcares que resultan de su metabolización.
De hecho, el tipo y la calidad de carbohidratos importa: no es lo mismo consumir carbohidratos simples o carbohidratos complejos, ni tampoco es igual comer una cantidad u otra. Por último, tampoco es lo mismo consumir carbohidratos en forma de granos enteros o en forma de granos procesados.
De hecho, un nuevo gran estudio que se presentará en la conferencia virtual de la Asociación Americana de Nutrición, la NUTRITION 2020 LIVE ONLINE, hace hincapié en este aspecto: los granos enteros ayudarían a reducir el riesgo de diabetes en lugar de actuar como precursores de la enfermedad.
Carbohidratos saludables contra la diabetes
El estudio, que debería haberse presentado en la Reunión Anual de la Asociación Americana de Nutrición de 2020 en Seattle, finalmente será expuesto vía online. En este caso, el Dr. Kim Braun y sus colegas, pertenecientes al Centro Médico de la Universidad Erasmus y de la Escuela de Salud Pública Chan de la Universidad de Harvard, quisieron analizar los efectos reales de los carbohidratos sobre el desarrollo de la diabetes mellitus tipo 2.
Si bien siempre se ha sugerido que el consumo elevado de carbohidratos se asociaría con un mayor riesgo de sufrir diabetes tipo 2, los investigadores intentaron vislumbrar si dicho efecto era igual en cualquier tipo de carbohidrato, o si la calidad de los mismos podía influir en el riesgo. Se considerarían los granos enteros como "alta calidad", mientras que los granos refinados y los alimentos ricos en azúcar serían los de "baja calidad".
Para ello, Braun y sus colegas analizaron datos de tres grandes estudios en profesionales de la salud de los Estados Unidos: 69.949 mujeres del Estudio de Salud de Enfermeras, 90.239 mujeres del Estudio de Salud de Enfermeras II, y 40.539 hombres del Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud. En conjunto, los estudios implicaban más de cuatro años de seguimiento, documentándose casi 12.000 casos de diabetes tipo 2.
Según los hallazgos de los investigadores, existía un menor riesgo de sufrir diabetes tipo 2 cuando los carbohidratos de alta calidad reemplazaban las calorías de otros nutrientes como ácidos grasos saturados, grasas monoinsaturadas, grasas poliinsaturadas, proteínas animales y proteínas vegetales.
Por otro lado, si se reemplazaban los carbohidratos de baja calidad por grasas saturadas, pero no por otros nutrientes, también se objetivaba un menor riesgo de diabetes tipo 2.
Por ello, según los investigadores, estos resultados resaltarían la importancia de distinguir entre las fuentes de carbohidratos y su calidad: los granos enteros o de "alta calidad" serían esenciales para reducir el riesgo de diabetes tipo 2, mientras que los granos refinados y alimentos ricos en azúcar o de "baja calidad" deberían reducirse o eliminarse de la dieta.
Así mismo, al analizar una dieta cualquiera, siempre debería tenerse en cuenta la calidad de los carbohidratos, según los investigadores. Sin embargo, los mismos investigadores puntualizan que será necesario seguir investigando al respecto, y realizar estudios en otros grupos de individuos, teniendo en cuenta antecedentes socioeconómicos, etnias o edades diferentes.