Calcular la cantidad de pasta que hacemos para comer es una tarea complicada. La mayoría de las veces nos pasamos de raciones y no nos queda más remedio que, o bien comerlas a dos carrillos, o bien guardarlas en el frigorífico. Sin embargo, si vamos a dejar estas sobras en este electrodoméstico debemos tener cuidado de no olvidarnos de ellas. La pasta, como el resto de los alimentos, se pone mala y puede causarnos una toxiinfección, pero ¿cuánto tiempo tarda en estropearse?
Aunque parece algo evidente, lo primero que debemos hacer en cuanto sepamos que van a sobrarnos algunas raciones de pasta es meterlas inmediatamente en la nevera. A principios del año pasado se hizo viral un caso del año 2008 de un estudiante que murió intoxicado tras comer un plato de pasta que llevaba 5 días a temperatura ambiente. El microorganismo responsable de la tragedia fue la bacteria Bacillus cereus, un patógeno peligroso que no debe preocuparnos si conservamos correctamente la pasta.
De todas formas, la pasta suele presentar ciertos síntomas cuando ha comenzado a ponerse mala y es fácil percatarse de que comerla no es buena idea. El portal norteamericano de salud, Healthline, describe a la pasta que se ha deteriorado como "viscosa y pegajosa", pero, además, suele caracterizarse por ser menos brillante y perder color: se vuelve grisácea o blanquecina. El olor es uno de los factores que también delatan a este producto echado a perder.
Los casos de muerte por una intoxicación a través de la pasta no son habituales. Sin embargo, podemos experimentar ciertos síntomas desagradables tras tomar una pasta que lleva mucho tiempo en la nevera. El patógeno más común en la pasta es ese B. cereus —citado más arriba—, pero no siempre resulta mortal. En la mayoría de casos, sus síntomas son náuseas, vómitos y diarreas.
Menos de 5 días
La pasta debe consumirse entre 3 y 5 días después de haberla introducido en la nevera, según Healthline. Pero ¡ojo! Normalmente, la pasta que guardamos viene acompañada de una salsa o salteada con ingredientes que pueden estropearse antes. En este caso, el portal de El Comidista señala cuánto podemos esperar para comer ciertos alimentos: las salsas caseras se mantienen hasta 4 días en la nevera; las verduras y la carne cocinadas duran entre 3 y 4 días; el huevo, 3; la carne picada y las salchichas frescas, entre 2 y 1 día; y las elaboraciones con pescado deberíamos tomarlas, como tarde, al día siguiente de cocinarlas.
Es decir, a través de un plato de pasta podemos exponernos también a la contaminación por Listeria, Salmonella, Clostridium o Campylobacter. Estas intoxicaciones pueden ser más o menos severas dependiendo del tiempo de exposición y de los patógenos que hayan llegado a albergar. Por esta razón, es importante tomar todas las medidas de prevención posibles: almacenar la pasta en el frigorífico de manera correcta y, también, comprobar el buen estado del plato antes de consumirlo.
Según Healthline, después de cocinar la pasta debemos esperar a que se enfríe la porción que vamos a guardar. ¿Por qué? Pues porque el agua de la condensación que se produce al almacenar un plato todavía caliente en la nevera puede ser el lugar idóneo donde pueden proliferar los microorganismos. Sin embargo, es importante que estas sobras no pasen más de dos horas a la intemperie antes de introducirse en la nevera porque es el momento en el que entran en contacto con más microorganismos.
Después debemos introducir la pasta en recipientes para comida herméticos y con poca profundidad. La nevera debe encontrarse a 4 grados centígrados de temperatura y, si queremos, podemos echar un poco de aceite de oliva para evitar que la pasta se pegue entre sí al tiempo que va enfriándose.