El ingrediente principal de la tortilla es la patata y, pese a lo que muchas personas creen, las patatas no son verduras. Lo dice el famoso Plato de Harvard, la guía que derriba a la tradicional pirámide de los alimentos que nos enseñaron en el colegio e ilustra cómo deberían ser cada una de nuestras comidas, con una parte muy importante de verdura y fruta en cada una de ellas. "Las patatas no cuentan como un vegetal en el Plato para Comer Saludable por su efecto negativo en sangre", dicen los investigadores de Harvard.
Las patatas no son un alimento especialmente interesante: no tienen una alta densidad nutricional y sí un bajo aporte en fibra, lo que hace que su índice glucémico sea bastante alto. Su contenido en almidón, además, también es muy elevado, lo que las convierte en un un carbohidrato de absorción rápida que dispara, tal y como explicaba Martínez-González, los niveles de insulina en sangre. Además, siempre será mejor comerlas cocidas que fritas. Por esta razón, los especialistas recomiendan que, en lugar de con pan, tratemos de acompañarla siempre con una ensalada.