Huevos blancos o marrones, grandes o de menor tamaño: ¿cuáles son los mejores?
No es raro que asalten las dudas cuando hay que elegir qué tipo de huevo comprar: ¿serán de mayor calidad nutricional los más grades?
5 septiembre, 2020 01:43Noticias relacionadas
El huevo es uno de los ingredientes más populares de la cocina y lo encontramos en multitud de platos: en los postres, en la tortilla de patatas, cada vez más en los desayunos españoles en forma de revuelto, cocidos para dar vidilla a una ensalada, como topping en el salmorejo… Además, se trata de un alimento saludable y muy nutritivo. Hace tiempo que la ciencia confirmó que a pesar de su contenido en colesterol su consumo no eleva el riesgo cardiovascular en personas sanas. Pero más allá de esto, ¿realmente sabemos todo sobre este conocido alimento?
Lo cierto es que no es raro que asalten dudas cuando nos plantamos ante el lineal del súper: ¿son de mayor calidad los huevos más grandes?, o ¿son mejores los pequeño?, ¿en qué influye el color de la cáscara?
Pues bien, en primer lugar hay que señalar que los huevos que se ponen a la venta en el supermercado se clasifican por calidad y peso. En los estantes de la tienda siempre encontraremos huevos de categoría A, huevos frescos, ya que los de categoría B no son aptos para consumo humano "directo", según la normativa vigente.
En cuanto al tamaño, se clasifican por tallas que vienen determinadas por el peso: S, M, L, XL. Los más pequeños, de talla S, tienen menos de 53 gramos (no es común encontrarlos en el súper). Los de talla M, entre 53 y 62 gramos, talla L,entre 63 y 72 gramos, y XL, aquellos de más de 72 gramos. En ocasiones pueden ir mezclados huevos de diferente peso en un mismo paquete, algo que deberá notificarse en el envase, así como el peso neto mínimo.
Pero, ¿qué determina el tamaño de los huevos? Según explican desde el Instituto del Huevo, las gallinas jóvenes ponen huevos más pequeños y a medida que crecen van poniendo huevos de mayor tamaño. "Una gallina comienza a poner huevos cuando tiene 17 o 18 semanas de edad. Los huevos tienden a ser pequeños cuando comienza a poner (aunque ocasionalmente puede poner un huevo con yema doble, muy grande)", explican en su web.
Dicho esto, ¿hay alguna diferencia desde el punto de vista nutricional en función del tamaño? Pues bien, aunque son muy similares, se pueden establecer algunas diferencias. Los huevos más pequeños tienen una mayor proporción de yema, que contiene la mayor parte de los nutrientes del huevo, mientras que los grandes tienen más clara.
La yema contiene hierro, zinc, fósforo, vitaminas A, D, E B6 y B12, ácido fólico, ácido pantoténico, colina y tiamina, así como casi la mitad de las proteínas y la riboflavina del huevo entero. Por su parte, la clara contiene la otra mitad de proteínas y riboflavina. "Juntos, yema y clara forman un alimento muy rico en nutrientes", añaden.
¿Tienen relación el color y la calidad?
Respecto al color del huevo, no hay ninguna diferencia nutricional entre los blancos y los marrones. El color de la cáscara vendrá determinado por la raza de la gallina ponedora. Es decir, esta diferencia tiene que ver con la genética de la gallina, no con su calidad. Así, las gallinas de razas comerciales marrones pondrán huevos de color, y las gallinas blancas, huevo blancos. "Los huevos marrones suelen tener mayor tamaño, porque las gallinas marrones son de mayor tamaño que las gallinas blancas", señalan desde el Instituto del Huevo.
Por último, hay que señalar algunos de los beneficios de este alimento para el organismo. Se trata de una buena fuente de proteínas de máxima calidad, es bajo en calorías y contiene casi todas las vitaminas, salvo la C, (especialmente vitamina B12, ácido pantoténico, biotina, vitaminas D, A, B2 y niacina) y minerales de gran interés (hierro, fósforo, selenio).
Además, la energía que aporta el huevo proviene de los lípidos, que son principalmente ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que son beneficiosos para la salud cardiovascular. También contiene antioxidantes (selenio, vitamina E, carotenoides), ácido fólico y colina, necesarios para el buen funcionamiento del organismo.